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El informe entregado ayer por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil al juez Baltasar Garzón sobre Acción Nacionalista Vasca concluye que no se puede determinar que ANV sea un instrumento de ETA-Batasuna, aunque cree puede haber indicios de una utilización de ese partido por parte de Batasuna.

Al contestar a las dieciocho preguntas planteadas por Garzón cuando reclamó este informe, precisa que «se está analizando el contenido de las candidaturas en cuanto a la presencia de miembros de Batasuna en las listas de ANV».

El escrito, elaborado a petición de Garzón después de que éste recibiera dos informes distintos, uno de la Policía y otro del instituto armado, en los que apreció divergencias, expone concretamente que «no se puede determinar que ANV sea un elemento instrumental de ETA-Batasuna, aunque haya afinidad en algunos objetivos». No obstante, apunta a que «pudieran existir indicios de un posible planteamiento y diseño de la estrategia de utilización de las siglas de ANV y de la elaboración de las listas, por parte de Batasuna».

Afirma además que se están investigando los contactos entre la representante de ANV ante la Junta Electoral guipuzcoana, Maite Ilarduya, y el presunto miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Aitor Aranzabal, ya que, «parecen apuntar a una estrecha colaboración de ambas personas y/o organizaciones», al haber sido «mantenidos en los momentos previos y posteriores a la acreditación» de Ilarduya «como representante electoral» de ANV.

En cuanto al posible sometimiento de ANV a ETA-Batasuna, el informe cita tres indicios -un comunicado de ETA en apoyo de un acto de ANV en julio de 2002, el apoyo a propuestas electorales de Batasuna y el homenaje que anualmente hace ANV a los militantes de ETA fallecidos-, que sin embargo «pueden no ser suficientes para indicar que se encuentre bajo la disciplina de ETA».

Explica que ANV «no fue creado por la banda terrorista» y aunque fue uno de los fundadores de HB, en 2001 comunicó a su Mesa Nacional, «en cuyo seno siempre hubo un miembro de ANV», «su decisión de no integrarse en lo que se llamaría Batasuna».

Tras recibir el informe, que consta de nueve folios, el juez dio traslado del mismo a las partes personadas en esta causa -Fiscalía, Dignidad y Justicia y Foro Ermua- a través de una providencia en la que anuncia que abre una pieza separada en la que declara secreta la parte del informe relativa a la documentación intervenida en Francia al ex dirigente etarra Mikel Antza.

Al dirigirse a la Dirección General, Garzón pedía que le fueran aportados esos documentos, en los que, según aludía la Guardia Civil en su informe individual, se abordaban los supuestos planes de sustitución de Batasuna por ANV. A este respecto, la Dirección General aclara que esa documentación se encuentra en posesión de la Jefatura del Servicio de Información y se compromete a remitírsela a Garzón.

En cuanto a las cuestiones de si la sede de ANV en Portugalete «es más que un negocio de hostelería», si «está al servicio de las organizaciones de la Izquierda Abertzale» y si «financia organizaciones ilegales de dicho entramado», el informe responde que es un negocio de hostelería» en el que «se ha constatado que en su interior se expone cierta cartelería relacionada con la Izquierda Abertzale». Añade además que «las herriko tabernas de Batasuna sí financiaban» a organizaciones ilegales, «pero, en este caso (el de ANV), no se ha realizado ninguna investigación al respecto.