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OTR/PRESS-MADRID/PAMPLONA
Navarra está en el aire. Los resultados de las elecciones del domingo, que terminaron con la mayoría absoluta del Gobierno de UPN encabezado por Miguel Sanz, han llevado a la comunidad foral al centro de la arena política. En UPN buscan el acuerdo con los socialistas de Fernando Puras. Después de una primera toma de contacto los de Sanz ven «todas las puertas abiertas», e incluso el propio Mariano Rajoy reclamó desde Madrid que se deje gobernar a UPN ya que «lo más lógico» es que la lista más votada sea la que forme gobierno.

Mientras, los socialistas, según apuntó el secretario de organización del PSOE, José Blanco, no descartan nada y barajan todas las posibilidades, que -además del difícil acuerdo con UPN-, son un tripartito de izquierdas con Nafarroa-Bai e IUN o incluso dejar a la lista más votada, la de Sanz, gobernar en solitario.

Puras señaló que Nafarroa Bai «ha bajado el perfil nacionalista» durante la campaña electoral, «poniendo acento en las políticas sociales», y aunque no descartó un pacto con Sanz, apuntó que el acuerdo con UPN «no es algo que se baraja como una hipótesis fundamental». Y es que lo fundamental, al menos para Nafarroa-Bai, es «un cambio con sentido progresista» en el Ejecutivo de la comunidad foral.

Este fue el mensaje del candidato de esta plataforma independentista a la presidencia de Navarra, Patxi Zabaleta, que aseguró que «el reparto de cargos, incluido el del presidente del Gobierno, está en el tercer lugar» en las prioridades de Na-Bai.

La coalición gobernante hasta ahora, UPN-CDN, perdió la mayoría absoluta y se quedó en 24 escaños, a dos de los necesarios para gobernar en solitario. Y ello frente a los 26 parlamentarios que suman el PSN-PSOE (12), Nafarroa Bai (12) e IU (2).