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El conseller d'Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, actualmente al frente del Gobierno de la Generalitat, aseguró ayer que el Estatut será el instrumento para que las infraestructuras funcionen mejor en el futuro.

Cuando se cumple un año de la entrada en vigor del texto estatutario, Saura indicó que «ha valido la pena» aprobar el Estatut porque la situación actual de problemas en las infraestructuras «no podrá volver a pasar», ya que, por primera vez, el texto «fija el cupo de inversiones» del Estado en Catalunya.

Saura señaló que «los problemas de hoy nos dicen que no nos equivocamos» al pedir el traspaso de Cercanías de Renfe y un aumento de las inversiones en correspondencia con la aportación de Catalunya al Producto Interior Bruto (PIB) español. «Ya no tenemos que ir a Madrid a pedir, sino hacer que se cumpla la ley», remarcó el conseller, que calificó este hecho de «salto cualitativo importante».

Respecto al ritmo de despliegue del Estatut, Saura afirmó que el texto se está desarrollando con «normalidad y celeridad y a iniciativa del Govern», aunque admitió que «siempre se puede ir más rápido». El conseller explicó que a partir del mes de mayo, el Gobierno «se puso las pilas» y se produjo una «aceleración» en el despliegue.

Aún así, indicó que tampoco se puede cambiar «en 15 días una dinámica de años de centralismo», por lo que reconoció que algunas transferencias «no son fáciles aunque sí políticamente muy importantes».

En el caso concreto del traspaso de Cercanías de Renfe, Saura opinó que «una gestión más cercana del servicio ferroviario será más beneficiosa para el país». «El Estatut no solucionará la situación ahora, pero contempla artículos que han de dar respuesta a estos problemas en el futuro», argumentó Saura, que atribuyó la situación al sistema ferroviario «frágil» y no sólo al AVE.