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OTR/MADRID-MADRID El vicepresidente segundo del Gobierno Pedro Solbes, presentó ayer en el Congreso de los Diputados el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2008, los últimos de esta legislatura, con una defensa a ultranza de la solvencia de unas cuentas que cierran con superávit y una reducción de la deuda pública. El ministro de Economía respondió a las criticas de excesivo gasto asegurando que en 2004, con el ultimo presupuesto del PP la despensa «no sólo estaba vacía», sino que además «no se había pagado la última compra». Los Presupuestos para el próximo año continúan con la senda iniciada en esta Legislatura y tienen como prioridades el gasto productivo y el social, la modernización de los servicios públicos y la solidaridad con los países más desfavorecidos.

Pasaban pocos minutos de las nueve de la mañana , un sonriente Solbes posaba, pacientemente, con el disco compacto y el lápiz de memoria que recogían las cuentas para el próximo año sustituyendo a los miles de folios y decenas de libros que antes llegaban a la Cámara Baja.

Las cuentas que Pedro Solbes presentó este año en el Congreso apuestan por el crecimiento económico y la mejora de la productividad, mediante la inversión en capital humano y tecnológico y en infraestructuras; la protección social; la ayuda oficial al desarrollo, el reforzamiento de la estabilidad presupuestaria y la mejora de los servicios públicos, todo ello acompañado con un aligeramiento de la carga fiscal para los ciudadanos.

El ministro de Economía comenzó su exposición realizando una defensa a ultranza de la política de gastos del gobierno socialista asegurando que «las cifras hablan por sí solas». Solbes destacó la «solvencia» de la economía española, cuyas cuentas cierran con superávit y se reduce la deuda pública, y la contrapuso al año 2004, con el último presupuesto del PP.

Solbes señaló que entonces la despensa «no sólo estaba vacía», sino que además «no se había pagado la última compra», mientras que ahora «la despensa se ha ido llenando» y la deuda pública se habrá reducido doce puntos del PIB, 12.000 millones de euros, al finalizar la legislatura.