Zapatero e Ibarretxe se saludaron con semblante serio antes de iniciar la reunión en La Moncloa. Foto: SERGIO PÉREZ/REUTERS

TW
0

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó ayer que el lehendakari no podrá convocar una consulta popular sobre el futuro del País Vasco, a pesar de que Juan José Ibarretxe, tras reunirse con él dos horas en la Moncloa, ha ratificado que se celebrará el 25 de octubre de 2008. En sucesivas ruedas de prensa, ambos defendieron con firmeza sus planteamientos, opuestos desde el punto de vista jurídico.

Zapatero, según el mismo manifestó, ha sido «muy claro» al trasladar al lehendakari que la consulta sólo la puede autorizar el Estado y al asegurarle que esta «segunda parte reconstruida» del Plan Ibarretxe correrá el mismo destino que la primera: no será aceptada ni aprobada. «Como el agua debe estar claro que no puede convocar ningún tipo de consulta, aunque no tuviera valor vinculante; lo que no se puede hacer, no se va a hacer y no se hará», subrayó el jefe del Ejecutivo.

Sin embargo, Ibarretxe, parafraseando al presidente israelí, Simon Peres, señaló que todas las negociaciones comienzan con un encuentro «titubeante» y ha considerado que la reunión de ayer sea «el primer paso en el camino de una negociación», ya que su agenda está abierta, su mano tendida y «de ninguna manera» da por zanjado el asunto. Tras defender que la consulta es «legal, legítima y democrática» y reclamar respeto, precisó que no acepta que sea ETA quien dé permiso para negociar «en términos políticos».