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La segunda sesión del juicio a treinta presuntos terroristas islamistas procesados en el marco de la «operación Nova» por planear un atentado contra la Audiencia Nacional se reanudó ayer cuarenta y cinco minutos después de que fuera suspendido por las protestas de los acusados ante el tribunal.

La suspensión del juicio se produjo después de que el acusado Ahmed Mohamed, que debía continuar ayer la declaración que se inició el lunes, se dirigiera al tribunal para denunciar malos tratos por parte de las autoridades policiales y de los funcionarios de prisiones.

Ante esta actitud, el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, les advirtió de que ese no era el lugar para hacerlo. Las palabras del magistrado hicieron que el resto de acusados se pusiera en pie y empezara a gritar «malos tratos, malos tratos» y a agitar las manos, por lo que Guevara ordenó entrar a la Policía «a mantener el orden».

Los agentes obligaron a los procesados a sentarse a la fuerza y el magistrado decidió suspender la sesión hasta las 11:15 horas para que los letrados hablaran con sus defendidos y les advirtieran de que si persistían en esa actitud se suspendería el juicio. «Este espectáculo no lo admito», afirmó el presidente del tribunal, tras lo que abandonó la sala.

Al reanudarse la sesión, Guevara anunció la apertura de un expediente disciplinario a los acusados, al entender que la protesta era organizada, y dijo que hará gestiones ante Instituciones Penitenciarias para intentar mejorar la situación que denuncian los procesados.

Kamara Birahima, uno de los treinta acusados y que supuestamente se encargó de buscar los explosivos, reconoció que «habló» de cómo obtenerlos pero aseguró que «todo fue un juego» y una «broma»..