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EFE-BARCELONA Renfe optó por un fin de semana, cuando la afluencia de pasajeros es mucho menor, para reanudar de forma parcial el servicio de la línea C-2, en una jornada que transcurrió sin incidentes, aunque los responsables de la compañía reconocen que tienen pequeños detalles por mejorar. La línea C-2 fue restablecida parcialmente después de estar cortada casi un mes a causa de los problemas surgidos en las obras del AVE a su paso por el barrio de Bellevitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

Mientras, siguen cortadas la C-10 y C-7, así como la línea Llobregat-Anoia de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC).
En un ambiente de tranquilidad, los viajeros procedentes de las estaciones entre Sant Vicenc de Calders y Castelledefels llegaron a Sants sin haber parado en Gava, Viladecans ni El Prat del Llobregat, ya que la conexión de estas estaciones se sigue realizando en autobús.

Por la línea C-2 circulan tres trenes cada hora en ambos sentidos, en hora punta, de seis a nueve de la mañana, y se ofrecen dos servicios por hora durante el resto de la jornada.

No obstante, el punto de información situado en la estación de Sants recomienda a los usuarios que «no tienen prisa» que utilicen los autobuses lanzadera que llegan y salen de la plaza Espanya de Barcelona.

La llegada a Sants de los primeros trenes no alteró el ritmo en la estación y la mayoría de comerciantes de estas instalaciones continuaron sus quejas sobre la perdida de clientes por la interrupción de Cercanías.