El líder del PP, Mariano Rajoy, prometió ayer una reforma fiscal que eximirá de pagar el IRPF a quienes ganen menos de 16.000 euros y ha garantizado que, en pro de la unidad de los españoles, echará «hasta siete llaves a la tumba del sectarismo y de la discordia» que ha promovido el Gobierno.
Rajoy clausuró en el Madrid Arena ante unas 11.000 personas la Conferencia Política que su partido ha celebrado durante el fin de semana y en la que ha avanzado una serie de propuestas encaminadas a elaborar un programa político, que será presentado el día 26 en su Comité Ejecutivo Nacional.
El proyecto político del PP, ha explicado, dispone de tres marcos de actuación, la construcción de un nuevo consenso, ocuparse de los problemas cotidianos de los españoles y el futuro, lo que supone una «alternativa sólida, responsable y adulta». El anuncio estrella ha sido «la mayor reforma fiscal de la democracia», en palabras de Rajoy, y con la que pretende que no paguen «ni un euro» quienes ganen menos de 16.000 euros al año, cuando, en la actualidad, sólo están exentos de ese pago quienes no superan los 9.000.
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