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El juez de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrubia condenó ayer a Jaume Roura y Enric Stern, los dos jóvenes que quemaron fotos del Rey en Girona en la primera de una sucesión de concentraciones antimonárquicas, a pagar cada uno 2.730 euros por un delito de injurias graves contra la Corona.Pese a que el fiscal Ignacio Gordillo solicitaba contra los dos acusados 1 año y tres meses de prisión o una multa de 5.460 euros para cada uno, el magistrado consideró «excesiva» esa cantidad y prefirió la sanción económica a la cárcel para que ambos sepan «que pueden tener las ideas que quieran», pero sin atacar «las instituciones del Estado».

La tensión acompañó al juicio desde su inicio, cuando una veintena de independentistas llegados desde Cataluña en autobuses para acompañar a los dos acusados se concentraron cerca de los tribunales con una pancarta con el lema 'La represión no nos detendrá. Tierra libre y socialista'.

Rodeados por considerables medidas de seguridad, los concentrados fueron increpados por los viandantes de esa zona céntrica, mientras en el interior de la Audiencia el abogado de Stern y Roura, Benet Salellas, llegó a esgrimir como prueba el Decreto de Nueva Planta, por el que Felipe V abolió las instituciones catalanas tras la Guerra de Sucesión en 1717.

El fiscal mantuvo su petición de 1 año y 3 meses de prisión para cada uno de los acusados, aunque planteó la posiblidad de que esta solicitud fuera sustituida por una multa de 5.460 euros, al considerar que la autoría de Stern y Roura «no ofrece dudas». Por su parte el abogado de los jóvenes, que anunció que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo, defendió su inocencia asegurando que no existió un delito de injurias porque ambos ejercían su derecho a la «libertad de expresión y libertad ideológica», al tiempo que señaló que «no se ha preguntado al Rey si se ha sentido ofendido».