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El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, replicó ayer al Gobierno vasco afirmando que «estrechar la democracia» significa criticar sistemáticamente el funcionamiento del Estado de Derecho y acusar «sin pruebas» a jueces, fiscales y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Miren Azkarate, dijo el martes que «la violencia de ETA no se combate achicando la democracia» en referencia a los supuestos malos tratos sufridos por el etarra Igor Portu, detenido junto a Matin Sarasola en Mondragón el pasado domingo.

«La democracia se estrecha cuando se cuestiona el funcionamiento del Estado de Derecho, cuando alguien con responsabilidad política cuestiona sistemáticamente autos y resoluciones judiciales o la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sin pruebas y, justamente, poniendo en cuestión versiones que día a día se van demostrando como absolutamente ciertas. Cuando se cuestiona eso, se está estechando la democracia», afirmó Rubalcaba.

Respecto a esos nuevos datos, el ministro de refirió a la declaración de la familia de Igor Portu recogida en el informe del forense de la Audiencia Nacional y que calificó de «esclarecedora» porque en ella los parientes del presunto etarra no encontraron un estado «especialmente delicado» en el detenido durante el registro del domicilio familiar, al cual asistieron alrededor de las 2:30 horas del lunes.

A continuación, la familia dice que entre ese momento y las 3:55 horas, momento de ingreso en el hospital, la Guardia Civil sometió a Portu a malos tratos. Sin embargo, Rubalcaba explicó que el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ya había ordenado a los agentes que trasladasen al presunto etarra al forense tras el registro. En este punto, el ministro se preguntó: «Qué lógica tenría someter a malos tratos a alquien que iba a pasar al forense 10 minutos después?».