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Pese a haber anunciado que el PNV tendrá un puesto en la Mesa del Congreso, el PSOE no había logrado a última hora su respaldo para elegir a José Bono presidente de la Cámara Baja con mayoría absoluta, por lo que asumía que será elegido en segunda votación, ya por mayoría simple.

De esta manera, el ex ministro de Defensa podría ser presidente de las Cortes sin respaldo nacionalista, ya que ni CiU ni el PNV apoyarían su candidatura en la sesión constitutiva de la Cámara Baja, salvo que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, lograra un pacto «in extremis» con los nacionalistas vascos.

El Reglamento de la Cámara exige mayoría absoluta (176 escaños) para que el presidente de las Cortes sea elegido en primera votación, y al PSOE le faltan siete escaños para alcanzarla, ya que obtuvo 169 diputados en las elecciones generales del 9 de marzo.

El PNV
Como el PNV consiguió seis representantes, con otro voto más, que podría proceder del BNG, IU, UPyD o incluso de Coalición Canaria, Bono tendría asegurada la elección en primera vuelta, pero estos partidos no han aclarado cuál será su posición definitiva en la votación.

José Blanco aseguró la cesión a CiU y al PNV de dos puestos en la Mesa, que por votos corresponderían a los socialistas, se haría «sin contrapartidas».
De hecho, CiU ya cuenta con situar a su diputado Jordi Jané en ocupar una de las vicepresidencias del Congreso, aunque Antoni Duran, confirmó que no votará a favor de Bono y ve difícil hacerlo a favor del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en la investidura.

En el caso del Senado, sí están dispuestos a votar al socialista Javier Rojo como presidente de la Cámara Alta. La Mesa del Congreso, cuyos cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios también se elegirán mañana, podría quedar conformada así con tres miembros para el PSOE, cuatro para el PP, uno para CiU y otro para el PNV.