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AGENCIAS/R.N. La organización terrorista ETA está atravesando desde hace algún tiempo por un conflicto interno que se ha saldado con el cese de varios de sus cuadros dentro de las estructuras dirigentes que operan en territorio francés, según informaron fuentes solventes. La crisis interna se mantiene en el máximo secreto dentro del núcleo de dirección de la banda, ante el temor de que su difusión aumente la magnitud del problema.

Los datos que se han conocido hasta el momento sobre las divisiones existentes en el seno de ETA son escasos y se ignora cuáles han sido los motivos de la polémica interna. Lo que sí se conoce es que el conflicto ha afectado a varios «aparatos» de la banda terrorista, que se han visto implicados en la pugna y que como consecuencia de esa crisis varios dirigentes de nivel medio han sido separados de las funciones que realizaban y han sido sustituidos por otros, aunque no se han precisado los nombres ni las responsabilidades que ejercían los cesados.

Se desconoce, por tanto, si el conflicto ha sido provocado por discrepancias sobre la estrategia tras la ruptura de la tregua, por luchas internas de poder o por otros motivos. En todo caso, lo que sí se sabe es que en el núcleo de dirección de ETA se le ha dado la máxima importancia a la crisis y han aparecido temores a que, incluso, pudiera producirse una ruptura de la organización, según recogía ayer la edición digital de La Vanguardia.

En medio de las tensiones entre dos sectores de ETA se ha producido la reciente operación policial de Burdeos que ha descabezado al «aparato político» de la banda con la captura de Francisco Javier López Peña, Zulos, Jon Salaberria, Igor Suberbiola y Ainhoa Ozaeta. Esta operación ha incrementado las suspicacias y desconfianzas internas ya que algunos sectores abrigan la sospecha de que las detenciones podrían estar relacionadas con la crisis.

La versión oficiosa dada a conocer tras la captura de los responsables del «aparato político» presentaba la operación como resultado de un seguimiento policial al ex alcalde de Andoain, José Antonio Barandiarán Ezama, que el pasado día 18 se trasladó desde su domicilio hasta la localidad francesa de Arcachon en la que se reunió durante varias horas con López Peña y Ainhoa Ozaeta.