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OTR/PRESS-BILBAO/MADRID ETA prepara un gran atentado en el País Vasco e intentará perpetrarlo de forma inminente. Así lo advierte la Consejería de Interior en un comunicado interno enviado a los agentes de la Ertzaintza en el que también alerta de que la banda podría buscar atentar en una localidad en fiestas, con más gente y por tanto con más presencia policíal, y usando un revolucionario dispositivo iniciador de bombas, denominado LSR. Se trata de una suerte de 'fotodetonador' que activaría el explosivo al contacto con la una fuente de luz y que fue hallado en uno de los zulos descubiertos en la operación contra el 'comando Vizcaya'.

Uno de los proyectos de este comando recientemente desarticulado era perpetrar mañana (hoy para el lector), durante las fiestas de Getxo (Vizcaya), un atentado contra una dotación de la Ertzaintza. Teniendo en cuenta que hay una veintena de acciones terroristas sin aclarar y que, como demuestra el reciente atentado de Orio, parte de la estructura de «liberados» y colaboradores legales ha podido quedar intacta, el Gobierno vasco avisa a los agentes de la Policía Autonómica Vasca que ETA puede seguir adelante con su plan establecido y sustituir el atentado de Getxo por otro en otra localidad vasca.

Este escenario asegura a los etarras una asistencia masiva de público y, por tanto, mayor presencia policial. El comunicado del departamento que dirige Javier Balza previene también a los agentes contra acciones de distracción previas a la comisión de un eventual atentado que buscarían debilitar la fuerza policial y obtener así mayor impunidad.

Precisamente ayer dos de los detenidos en la operación contra el 'complejo Vizcaya' que posteriormente fueron puestos en libertad, Adur Aristegi y Libe Agirre, denunciaron ayer en Bilbao que el protocolo establecido por el magistrado Baltasar Garzón para evitar las torturas no se ha cumplido en su integridad y consideraron que, para que se acaben los malos tratos, «hay que acabar con la incomunicación».