Numerosos turistas son desalojados del Puerto Deportivo de Benalmádena y de las playas cercanas. Fotos: RAFAEL DÍAZ/EFE

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OTR/PRESS-MÀLAGA Una llamada en nombre de ETA dio la voz de alarma por la mañana e informó de la existencia de tres artefactos explosivos en tres puntos distintos de la provincia, listos para estallar entre las 11.00 y las 15.00 horas. Las Fuerzas de Seguridad iniciaron inmediatamente un despliegue que sirvió para desalojar las zonas aludidas y evitar la existencia de heridos, como en el caso del primero de los estallidos, ocurrido sobre las 13.00 horas en la playa de Guadalmar, en las inmediaciones del hotel Tryp Guadalmar de la capital malagueña.

Posteriormente, a las 15.00 horas, se confirmó la segunda de las amenazas. Ocurrió en Puerto Marina, en el término municipal de Benalmádena. El puerto deportivo fue escenario de la explosión, que al igual que la primera no causó daños personales y los materiales resultaron «prácticamente inexistentes», según el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. La labor de los artificieros permitió localizar y desactivar el tercer artefacto, situado en la A-7, a la altura de la desembocadura del río Guadalhoce.

Condena rotunda
Sin entrar en demasiados detalles, López Garzón reconoció que estos artefactos guardan similitudes con el que estalló el pasado 29 de julio en una playa entre Torremolinos y Benalmádena, si bien rechazó que se pueda hablar de la existencia de un comando etarra en Andalucía. No obstante, «no podemos olvidar que enfrente tenemos una banda de terroristas y asesinos» y «nunca hay que bajar la guardia».

Las reacciones de las instituciones y partidos democráticos no se hicieron esperar. La Junta de Andalucía señaló en un comunicado que las últimas acciones de la banda son una muestra más de «su nulo respeto ante la vida y la libertad de los ciudadanos».

La Ejecutiva nacional del PP lamentó que ETA siga «con su carrera criminal» y trasladó su apoyo al Gobierno «en la lucha por la derrota de ETA». En este sentido, el PSOE reiteró que ETA nunca conseguirá nada» con la violencia y afirmó que «la unidad de la ciudadanía y de las fuerzas políticas democráticas acabará con el terrorismo».