Primero se dejó notar en la industria, después en las finanzas y ahora el frenazo económico se extiende a todos los sectores y se agudiza aún más.

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El frenazo del consumo hasta su peor nivel desde 1994 estanca el crecimiento económico español hasta niveles hace años desconocidos. La moderación del gasto de los hogares y la crisis del ladrillo han provocado la primera caída de la inversión en doce años situando el avance intertrimestral del PIB en el 0'1% entre abril y junio.

Primero se vio en el sector industrial, después en el financiero y ahora la crisis se extiende a todos los sectores económicos y se agudiza aún más. Entre abril y junio la economía sólo ha crecido una décima, la cifra más baja desde el tercer trimestre de 1993, cuando el PIB experimentó un crecimiento cero, aunque en tasa interanual creció un 1'8% en el segundo trimestre, según los datos de Contabilidad Nacional Trimestral difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

El crecimiento intertrimestral se situó dos décimas por debajo del incremento registrado en el trimestre anterior y ocho décimas inferior al logrado hace un año, cuando la economía española creció un 0'9% intertrimestral.

Por su parte, el crecimiento interanual registrado en el segundo trimestre se situó ocho décimas por debajo del registrado en el trimestre precedente (2'6%) y 2'1 puntos menos que en igual periodo de 2007 (3'9%).

Además, representa la tasa más baja desde el primer trimestre de 1996, cuando el PIB aumentó un 1'7%. Con estos datos la economía española prosigue la senda de desaceleración que inició en el segundo trimestre de 2007.

El INE atribuye la moderación en el ritmo de avance del PIB a la desaceleración de la demanda nacional, que creció un 1'5% frente al 4'9% del mismo periodo del año pasado y del 2'8% del primer trimestre.

Gasto de los hogares
Así, el gasto en consumo final de los hogares desaceleró su crecimiento un punto, hasta el 1'2%, en línea con una evolución más negativa de indicadores asociados a esta variable, como el nivel de empleo, la renta disponible de las familias, las ventas de automóviles o la cifra de negocios.

Sin embargo, el gasto en consumo final de las administraciones públicas se aceleró entre abril y junio hasta el 3'8%, dos décimas más que en el trimestre precedente, debido a una mayor intensidad en el crecimiento de la remuneración de los asalariados de estas administraciones.

La inversión también ha condicionado a la baja el dato definitivo del PIB al caer con fuerza por primera vez en doce años.