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El Tribunal Constitucional (TC) está ultimando estos días la sentencia sobre el Estatut, con la idea de que imponga fuertes limitaciones a algunos de sus aspectos clave, como la financiación y la lengua. La deliberación ha superado ya el listón del ochenta por ciento de los artículos recurridos.

La información publicada ayer por el rotativo 'La Vanguardia' que apunta en ese sentido ha puesto en pie de guerra a CiU, pero también a ERC, que forma parte del Gobierno tripartito catalán.

Los republicanos llegaron a proponer ayer que el Parlament no acate la sentencia del Constitucional si ésta recorta la reforma estatutaria y dé pasos «hacia delante unilateralmente». Los convergentes, por su parte, no fueron tan lejos, aunque advirtieron de que habrá «un antes y un después» en las relaciones con España si se produce el anunciado recorte.

Fuentes del PSC se mostraron tranquilas respecto a la sentencia final, pese a que las informaciones publicadas hablaban de un sustancioso recorte en materia de financiación y en materia de lengua.

En el primer aspecto, el TC impediría que las relaciones Estado-Cataluña sean exclusivamente bilaterales en el tema de la financiación, mientras que en el segundo aspecto, el tribunal suprimiría el deber de los catalanes de conocer el catalán y lo conservaría en el rango actual, como un derecho.