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El fondo de 30.000 millones para la adquisición de activos financieros «de calidad», que hoy aprobó el Consejo de Ministros, tendrá control parlamentario cada cuatro meses y comenzará a operar antes de que acabe el año con un crédito extraordinario de 10.000 millones.

El Gobierno también dio el visto bueno al aumento hasta 100.000 euros de la cobertura del fondo de garantía de depósitos y del de garantía de inversiones para los clientes de entidades financieras y gestoras de fondos, que entrará en vigor mañana, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado.

El fondo para la adquisición de activos con calificación AAA estará dotado con 30.000 millones, ampliable hasta un máximo de 50.000 millones, cantidad que el Ejecutivo no se plantea aumentar, según explicó hoy a los medios el secretario de Estado de Economía, David Vegara.

El Gobierno prevé que, después del crédito de 10.000 millones previsto para lo que queda de 2008, el resto de operaciones se hagan el año que viene.
Dicho fondo, cuyo objetivo es aumentar la financiación a empresas y particulares, invertirá en activos financieros de máxima calidad, emitidos por las entidades de crédito y fondos de titulización respaldados por créditos concedidos a particulares, empresas y entidades no financieras.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, afirmó que «no es labor del Gobierno decirle a los bancos cómo manejar su cartera», en alusión a la petición del PP de que el Ejecutivo garantice que el fondo de 30.000 millones para la compra de activos llegue a las familias y las pymes.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Solbes insistió en que lo que pretende hacer el Gobierno es sacar del activo de las entidades créditos «bloqueados» porque son a muy largo plazo y, en consecuencia, darles margen para actuar.

A partir de ahí, señaló, los bancos tienen capacidad para dar crédito a las familias y las empresas y «lo lógico» es que vayan ellos porque estos créditos son «más dinámicos y con vencimientos menores».

El titular de Economía también insistió en que el objetivo es que no se pierda dinero, por lo que, subrayó «no compraremos ningún activo cuyo precio sea inferior al coste».