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Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer tarde en el País Vasco a dos mujeres que presuntamente acogieron y ayudaron a trasladarse hasta Francia al supuesto etarra Aitor Artetxe, detenido el lunes en el sur del país vecino junto a Aitzol Iriondo Yarza, sucesor de 'Txeroki' y jefe militar de la banda, y Eneko Zarrabietia.

Las detenciones de estas dos personas, identificadas como Mari Merche Alcocer y Maribel Prieto Plaza, tuvieron lugar sobre las ocho de la tarde en la localidad vizcaína de Getxo, según informaron fuentes de la investigación.

La operación continúa abierta, por lo que no se descartan nuevos arrestos. Estas detenciones se suman a las tres practicadas el lunes en el sur de Francia y a las llevadas a cabo en Irún, donde fueron detenidos Ibai Egurrola San Andrés, Amets Ladislao González y Javier Gutiérrez Jiménez.

Por otra parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció que ha habido acercamiento de presos de ETA a las cárceles del País Vasco, aunque también quiso dejar claro que «también hay alejamientos» y que estos movimientos sólo responden a la normal política penitenciaria del Gobierno respecto a los presos de la banda.

Además, Rubalcaba subrayó que la política penitenciaria es un instrumento más en la lucha antiterrorista de cuyo uso se mantiene puntualmente informadas al resto de fuerzas políticas. Así lo confirmó el coordinador de Justicia y Libertades Públicas del PP, Federico Trillo, que apuntó que estos movimientos de presos se practican desde hace años y que «si se hace bien» puede ser un acierto en la batalla contra la banda.

«Los presos de ETA cambian de cárcel. Unos pueden ir a cárceles más cercanas y otros pueden ir a cárceles más lejanas. Por tanto, hay que hablar de acercamientos y de alejamientos y eso explica un poco mejor la política en materia penitenciaria», afirmó Rubalcaba.

Sin embargo, el ministro del Interior se negó a especificar los motivos de esos acercamientos y «alejamientos» y se escudó en la discreción que debe reinar sobre esta materia para asegurar la «eficacia» de las singulares medidas penitenciarias que se aplican a los presos etarras.

Rubalcaba señaló también que es una cuestión que afecta a «la seguridad de mucha gente», por lo que reclamó a los medios de comunicación «cierta complicidad» al informar sobre este delicado asunto