Más de 150 jueces de Barcelona se concentraron en el salón de los Pasos Perdidos del Palacio de Justicia de la capital catalana, en el acto unitario de protesta. Foto: ALBERTO ESTÉVEZ/EFE

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Las asociaciones Francisco de Vitoria (AJFV) y Foro Judicial Independiente (FJI) califican de «éxito» la primera huelga de jueces de España. «Incluso con las cifras del Consejo General del Poder Judicial, la huelga es todo un éxito», el portavoz de la AJFV, Marcelino Sexmero, después de conocer que el órgano de gobierno de los jueces estimó en el 35'38% la participación en el paro, porcentaje que los convocantes elevan hasta el 60%, aunque cada parte usa un «censo» distinto. Así, el CGPJ, que habla de 1.635 jueces en huelga, hace el cálculo sobre los 4.621 magistrados en ejercicio, mientras que las asociaciones -que excluyen a los sustitutos, las plazas vacantes y las bajas por enfermedad, entre otros- rebajan a 3.500 el número de «convocados» al paro y afirman que lo siguieron más de 2.150 magistrados.

En cualquier caso, la convocatoria tuvo un éxito indudable en cuatro comunidades autónomas -Aragón, Murcia, Valencia y Extremadura, con un seguimiento superior al 60%, según los datos oficiales- y una incidencia notable en Canarias (más del 50%) y en Cantabria, Balears, Madrid y Catalunya, donde pararon casi cuatro de cada diez jueces. Por el contrario, la huelga, convocada en demanda de más medios materiales y humanos y de reformas estructurales para la Administración de Justicia, apenas se notó en Euskadi y fue «ignorada» en los órganos centrales: el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional.

La incidencia del paro en el servicio al ciudadano fue muy desigual, ya que mientras en Catalunya apenas se notó, porque se había avisado previamente de la suspensión de las actuaciones fijadas para ayer, en Madrid los Juzgados de la plaza de Castilla presentaban una imagen inusual, con pasillos vacíos y ciudadanos que salían sin haber conseguido cita para otra fecha.

Para el CGPJ, que en su día decidió no darse por enterado de la convocatoria y se negó a fijar servicios mínimos -que fueron establecidos por los propios convocantes-, lo que la jornada de ayer dejó claro es que existe una «amplia voluntad de cambio» en la Administración de Justicia, ya que muchos de los jueces que no hicieron huelga sí han participado en actos de protesta simbólicos.

Estos, fundamentalmente concentraciones en las sedes judiciales, habían sido convocados por la Asociación Profesional de la Magistratura y por Jueces para la Democracia, que comparten las reivindicaciones de las otras dos asociaciones pero que decidieron esperar al resultado de las negociaciones con el Gobierno y aplazar la convocatoria de una posible huelga al 26 de junio.