El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, momentos antes de anunciar en rueda de prensa su dimisión. Foto: J.C.HIDALGO/EFE

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OTR/PRESS-MADRID

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, hizo pública ayer su dimisión durante una comparecencia ante la prensa en la sede de su departamento en la que no aceptó preguntas. La dimisión de Bermejo se produce después del escándalo político por la participación del ministro en una cacería junto al juez Baltasar Garzón, cuando éste estaba instruyendo un sumario sobre presunta corrupción que afecta a miembros del PP.

Bermejo, que en las últimas horas había recibido las criticas de varios líderes socialistas, continuará como diputado. Su sustituto al frente de la cartera de Justicia será Francisco Caamaño, hasta ahora secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.

Las consecuencias de la cacería en la que participó con el juez de la Audiencia Baltasar Garzón, quien investiga la trama corrupta vinculada al PP, ha pasado factura al ministro Bermejo, que finalmente ayer presentó su dimisión porque, según reconoció, «irse es lo mejor que podía hacer».

«En el momento en que uno perciba que no es posible seguir en el servicio en el nivel que uno quiere, debe dejar el sitio a otro. Y eso es lo que hago y marcharme a seguir trabajando por el proyecto socialista en el congreso de los Diputados», explicó el ex ministro de Justicia.

Sin mencionar durante toda la comparecencia la palabra caza, el hasta ayer titular de Justicia se refirió indirectamente a los hechos y su uso por parte del Partido Popular. «No puedo tolerar la utilización de los acontecimientos que todo el mundo conoce contra los ideales del PSOE».

Bermejo aseguró estar «agradecido» al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien fue por la mañana a comunicarle su decisión a La Moncloa. «Siempre ando ligero de equipaje, pero me voy con un bagaje envidiable», afirmó el ya ex ministro.

Bermejo aseguró que ha tenido la suerte de dirigir a un magnífico equipo y proyectarlo a la búsqueda de un objetivo ilusionante como es la reforma de la Justicia. «He venido al Ministerio de Justicia con un enorme bagaje de ilusión y con voluntad de servicio público y aquí me he vaciado», reconoció el ex titular de Justicia, que aseguró que se marcha a trabajar al grupo socialista en su labor de diputado.

«Todos sabemos que nadie es indispensable, y que nadie debe estar amarrado a un puesto sino es para servir. En el momento en que uno percibe que no sólo no está en condiciones de hacerlo sino que está siendo utilizado en contra de este proyecto, la labor que queda es marcharse a otro lado», explicó Bermejo.

Por su parte, Zapatero manifefstó que no era su intención destituir a Bermejo, pero consideró que su decisión de abandonar el Ministerio es «ejemplar» y «merece un aplauso».

Entrevistado en Antena 3, Zapatero reveló que siempre que ha habido una polémica en torno a su persona el ya ex ministro le recordaba que su cargo estaba a su disposición.