El candidato popular en las elecciones gallegas, Núñez Feijóo, tomó ayer posesión del cargo de presidente de la Xunta. En la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, y rodeado de las 60 gaitas, Feijóo vio culminada la larga carrera hacia la presidencia, que consiguió arrebatar a los socialistas el pasado 1 de marzo. Durante su primer discurso como presidente de la Xunta, Feijóo aprovechó para solicitar la «cooperación» tanto del Gobierno central como de los grupos que conformarán la oposición durante su legislatura, ya que, según dijo, «arrimar el hombro» es «imprescindible» en la situación de crisis económica que vivimos.
En un discurso cargado de emoción al recordar el «esfuerzo» de la generación a la que pertenecen sus padres, que según dijo, «sufrieron la penuria de la posguerra y trabajando a destajo pudieron dejarnos un legado mucho mejor del que ellos recibieron», el nuevo presidente de Galicia pasó a enumerar los diferentes retos que se ha propuesto alcanzar durante la legislatura que ahora preside. En primer lugar, su objetivo primordial, aseguró, es paliar «a corto plazo» la actual situación de crisis económica». En segundo lugar, consideró de suma importancia garantizar unos servicios públicos «de calidad» y «equiparables a los que cualquier otro ciudadano español puede recibir en cualquier parte del país».
El dirigente popular, quinto presidente de la Xunta electo y séptimo desde la preautonomía, tomó posesión del cargo en un acto al que asistieron numerosos dirigentes de su partido, entre ellos Mariano Rajoy, así como el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, en representación del Ejecutivo central. Al acto asistió la presidenta del PP balear, Rosa Estaràs.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.