Una policía forense guarda los restos hallados en los vehículos utilizados por Martitegi. Foto: GUILLAUME HORCAJUELO/EFE

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EUROPA PRESS-LONDRES

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció ayer que entre la información incautada al jefe del aparato militar de ETA, Jurdan Martitegi, se ha encontrado un documento «del que se deduce» que la organización terrorista planeaba atentar con coche-bomba coincidiendo con la investidura del próximo lehendakari, el socialista Patxi López.

Tras una reunión con su colega británica, Jacquie Smith, Rubalcaba confirmó que, «efectivamente», a partir de la revisión del material obtenido por la policía, «todo apunta» a que Martitegi «quería entregar una furgoneta de explosivos para usarla en los días cercanos al debate» de investidura, que se celebrará los días 4 y 5 de mayo próximos.

El titular de Interior celebró que la operación policial «haya evitado» lo que consideró el «objetivo» de la banda por dos razones: «por el tiempo» en que coincidiría y por «la nefasta manía de ETA de estar presente en los acontecimientos de la realidad política». «En la información incautada había un documento del que se deduce que la pretensión era entregar una furgoneta con explosivos a finales de mes», insistió, si bien aclaró que «no se ha hablado de lugar».

Así, recordó que ya en las jornadas anteriores al Debate sobre el estado de la nación se interceptó una furgoneta que tendría un destino similar y, en consecuencia, declaró: «No es ninguna novedad, la única novedad, aunque cada vez lo es menos, es que lo hemos impedido». «Todo apunta a que -Martitegi- quería hacer entrega de una furgoneta con explosivos para usarla en los días cercanos al debate para hacerse presente», aseveró.

Además, aprovechó para incidir en que no hay espacio para la negociación con la banda y subrayó que las declaraciones en las que ayer detectaba un debate interno en ETA en torno a la continuidad de la lucha armada eran «un mensaje a navegantes».