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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, defendió ayer una reforma del mercado laboral en España y la moderación salarial, y por que su evolución no vaya ligada a la inflación.

En un encuentro organizado por el Foro Nueva Economía, Trichet incidió en que la economía española se vio muy afectada por los riesgos del sector financiero a nivel global y subrayó los años de bonanza de España y el peso importantísimo del sector de la construcción en los años de crecimiento.

Asimismo, señaló que durante años el fuerte incremento de la demanda doméstica condujo a una alta inflación, cuya persistencia y los costes laborales en comparación con la media de la zona euro durante los años de expansión afectaron a la competitividad española, «que tendrá que ser recuperada».

En su opinión, las reformas estructurales deben ir en consonancia con una economía sostenible y de consolidación de las finanzas públicas, algo crucial no sólo en España sino también en toda la zona euro.

Trichet reconoció que España ha demostrado en los últimos años «muy buenos» resultados en cuanto al crecimiento económico y del empleo, con empresas de primera clase, en sectores como las telecomunicaciones y la banca, pero que esta crisis está demostrando ser «la más profunda» que se ha desarrollado desde la II Guerra Mundial, y que hay que estar alerta porque puede haber riesgos de que vuelva a surgir una crisis financiera.

Sobre los tipos de interés, el presidente del BCE aseguró que desde octubre se han recortado los tipos en 325 puntos básicos, hasta dejarlos en el día de hoy en el 1 por ciento, un nivel «bajo», que según dijo, «creemos que es el adecuado».

La semana que viene, el BCE celebra su reunión mensual sobre tipos de interés en la que se decidirá si se mantienen los tipos en el uno por ciento o si cabe la posibilidad de algún recorte adicional.