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La crisis económica sigue haciendo mella en las cuentas públicas y ha provocado, por la menor recaudación y el aumento del gasto para hacer frente a la mala coyuntura, que el déficit del Estado hasta julio se multiplicase por cinco y que el superávit de la Seguridad Social se redujese un tercio. Así, el Estado acumuló en los siete primeros meses del año un déficit de 49.687 millones de euros, lo que ya equivale al 4'69% del Producto Interior Bruto (PIB), y se va acercando a la previsión de la que el Gobierno no pretende pasar, de un 8'1% del PIB para el conjunto del año.

Este déficit es además cinco veces superior al registrado en el mismo periodo del año anterior, que fue de 9.912 millones. Las cuentas estatales arrojan este saldo porque, según los datos de Economía, el Estado sólo ingresó de enero a julio 57.952 millones de euros, el 25'8% menos que en el mismo periodo de 2008, pero gastó casi más del doble, 107.639 millones (el 22'3% más que en los siete primeros meses de 2008).

El déficit en términos de caja -que computa los ingresos y los pagos cuando se efectúan, y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional- también se quintuplica con respecto al del mismo periodo de 2008, al pasar de 10.553 millones a 50.946 millones de euros.

Hacienda insiste en que el déficit no es sólo consecuencia de la mala coyuntura -que hace reducir los ingresos-, sino también del esfuerzo hecho para atajar la crisis.

Ayer también se conocieron los datos de ejecución de la Seguridad Social, que registró un superávit de 8.611'84 millones de euros hasta julio, el 33'33 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008.