Francisco Àlvarez-Cascos pronunció su discurso en presencia de la ministra Rosa Aguilar y Vicente Àlvarez Areces. | Efe

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El presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Francisco Àlvarez-Cascos, prometió ayer el cargo y, en un discurso en el que hizo un repaso histórico de los hitos del regionalismo asturiano porque no se considera «adanista», destacó que la autonomía aporta «regeneración».

Pese a enfocar su discurso en clave asturianista, Cascos ha indicó que la región está en «la entraña de la nacionalidad española» y, en presencia de la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, aseguró que cuando haya un miembro del Gobierno de España en territorio asturiano este presidirá el acto institucional. Aguilar agradeció en su «lectura política justa, necesaria y adecuada» este «gesto», que da la vuelta al protocolo -pues el presidente de una comunidad autónoma es el representante del Estado en ausencia del Rey o del presidente del Gobierno- y que ya Cascos reclamaba cuando era ministro.

Asimismo, la ministra señaló que el Gobierno de España tiene la «mano tendida» para el «diálogo por encima de cualquier discrepancia» para «siempre, siempre», alcanzar «el consenso y el encuentro» con el nuevo Gobierno asturiano.

Cascos agradeció haber alcanzado la Presidencia a los votantes de su partido, Foro Asturias (FAC), a los de otros e incluso a los abstencionistas. «Mis yerros jamás se deberán a un déficit de esfuerzo, a una carencia de voluntad, a un escurrir el bulto o practicar la táctica del avestruz», prometió.

El presidente de la Junta General, Fernando Goñi (de la tercera fuerza parlamentaria, el PP), fue el cuarto orador en la toma de posesión y describió la legislatura iniciada con dos características que la marcan: «La profunda crisis que atosiga» y «la ausencia de mayorías en la Cámara».