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Moody's rebajó hoy la calificación de la deuda soberana de España desde Aa2 hasta A1, con perspectiva negativa, una degradación de dos escalones que atribuyó a la vulnerabilidad del país a la tensión en los mercados y a los pronósticos de moderado crecimiento en su economía.

El recorte desde «sobresaliente» hasta «notable alto» de la nota que la agencia de calificación otorga a la deuda española se debe además a que ahora prevé «que será más difícil que el país pueda cumplir con sus compromisos fiscales», según explicó a Efe la analista de deuda soberana de Moody's Kathrin Muehlbronner.

«En todo caso, queremos dejar claro que España continúa teniendo una nota elevada porque reconocemos la solidez en sus fundamentos crediticios, las acciones políticas tomadas en el último año y su relativamente bajo ratio de deuda pública», añadió Muehlbronner, quien también valoró positivamente la reforma de la Constitución que limita el déficit público aprobada el mes pasado.

Sin embargo, la analista explicó que ahora el país europeo es «particularmente vulnerable» a las sacudidas de los mercados, lo que aumenta más sus costes de financiación y provoca que, unido a los pronósticos de lento crecimiento, sea más difícil que alcance sus metas fiscales.

La agencia de medición de riesgo había puesto bajo revisión para una posible rebaja la nota de la deuda soberana española el pasado 29 de julio, y finalmente ha procedido a la rebaja debido a que «no se ha llegado a una solución creíble de la crisis de deuda», según detalló en un comunicado.

Moody's añadió que «en cualquier caso, tomará tiempo hasta que se restaure por completo la confianza en la cohesión política y las perspectivas de crecimiento en ese área».

Además, aseguró que las «ya de por sí moderadas» perspectivas de crecimiento del país se han deteriorado debido al empeoramiento de los pronósticos de expansión a nivel mundial y en concreto en Europa, lo que además dificulta más el acceso a financiación del sector bancario y aumenta su impacto en el resto de la economía.

En concreto, la agencia prevé ahora que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España en 2012 sea en el mejor de los casos del 1 %, comparado con el 1,8 % pronosticado previamente, al tiempo que para los próximos años prevé «un ritmo muy moderado de crecimiento», de alrededor del 1,5 % de media al año.

La analista de Moody's explicó que la perspectiva negativa que se le ha otorgado a la deuda española se debe «al aumento del riesgo de que se produzca una escalada de la crisis de la zona euro», y aunque prevé «algunas noticias positivas» en el corto plazo, asegura que todavía existen «problemas estructurales».

La agencia añadió que espera que el próximo Gobierno que emerja de las elecciones del 20 de noviembre «esté fuertemente comprometido con la consolidación fiscal», pero advirtió que «de no materializarse esa expectativa» podría proceder a una nueva rebaja de la fiabilidad de España ante sus acreedores.

La degradación de la nota de la deuda de España por parte de Moody's se produce después de que la agencia Standard & Poor's lo hiciera el 13 de octubre, desde AA hasta AA-, con perspectiva negativa, y Fitch hiciera lo mismo el pasado 7 de octubre, de AA- a A+, también con perspectiva negativa.