Artur Mas, durante el evento de conmemoración del tricentenario de la Guerra de Sucesión. | Reuters

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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha afirmado este sábado en la apertura de los actos conmemorativos del Tricentenario de la Guerra de Sucesión que terminó con la caída de Barcelona en 1714 que Catalunya tiene que recordar su historia pera «abrir nuevos horizontes» y «recuperar sus libertades». «Antes las armas eran bayonetas, hoy la democracia y los votos».

En la ceremonia inaugural, celebrada en La Seu Vella de Lleida, Artur Mas ha indicado que en 1714 los catalanes defendían «sus constituciones, derechos y libertades», así como su voluntad de gobernarse por sí mismos, y hoy 300 años después «defienden de forma muy mayoritaria lo mismo» aunque «con métodos distintos».

«Antes las armas eran las bayonetas y los fusiles, y hoy lo son la democracia, los votos y las movilizaciones de nuestra población, que son unas armas muy poderosas en las sociedades democráticas», ha subrayado el presidente de la Generalitat.

Según Mas, «hoy conmemoramos la dignidad de un pueblo desafiando Estados muy poderosos», y también de un pueblo, ha recalcado, «que se siente profundamente europeo y que desea proyectarse en todo el mundo».

«El 2014 será un año para recordar historia, personas y raíces, y tenemos derecho a hacerlo y necesidad de hacerlo, pero sobre todo será un año para decidir futuro y abrir horizontes», ha afirmado el presidente catalán.

«Estoy plenamente convencido que el pueblo de Catalunya, consciente de su historia, fiel a sus raíces, orgulloso de su identidad, hoy es perfectamente capaz de abrir estos horizontes», ha dicho antes de añadir: «Y no solo de abrir horizontes, sino de recuperar plenamente aquellas libertades que tantas veces nos han intentado arrebatar», ha concluido.

Mas ha destacado que la población de Catalunya se ha triplicado el último siglo y que este crecimiento ha sido mayoritariamente gracias a la llegada de personas del resto de España y del extranjero.

«El país del presente tiene un 70 por ciento de la población que o ha nacido a fuera o tiene padre y madre nacidos fuera y es el mismo país en que, paradójicamente a ojos de algunos, un 70 por ciento de su gente pide el derecho a decidir nuestro futuro colectivo», ha destacado.

«Un país capaz de integrar y acoger a millones de personas y hacerles sentir como catalanes, y todo esto impregnado por la corriente transversal y política profunda de nuestro país que es el catalanismo en sus distintas expresiones», ha remarcado.

Mas ha afirmado que la conmemoración del tricentenario defiende «la dignidad de un pueblo que ha sabido sobrevivir desafiando a Estados muy poderosos» y «conmemora la fuerza del carácter de un pueblo que cree en sí mismo».

El presidente de la Generalitat se ha referido también al europeísmo y ha definido Catalunya como «un pueblo que se siente profundamente europeo» y que «quiere ser conocido y reconocido».

El acto ha contado con la intervención del alcalde de Lleida, Àngel Ros, que ha hecho hincapié en el simbolismo de la Seu Vella, de la que ha dicho que es «la única catedral de Europa que se convirtió en cuartel durante casi 200 años» tras la caída de la ciudad el año 1707, y la primera en sucumbir tras un asedio de dos meses precisamente en el Castell del Rei, junto a la Seu Vella.

La inauguración de la conmemoración del tricentenario ha contado con un total de 24 actuaciones musicales, de teatro y lecturas de poesías a cargo de una quincena de grupos, actores y actrices venidos de toda Cataluña.

A estos actos han asistido los consellers del gobierno catalán y representantes de los partidos políticos catalanes, así como del mundo cultural y asociativo y algunos representantes del cuerpo consular acreditado en Barcelona.

A lo largo de este año se desarrollarán numerosos actos en todo el territorio con tres citas centrales, la de hoy, la del 11 de septiembre y la de clausura, programada para el 20 de diciembre.