El Rey Don Juan Carlos se ha convertido este lunes en el tercer monarca europeo en abdicar en menos de dos años después que en 2013 lo hicieran la reina Beatriz de Holanda y el rey Alberto II de Bélgica, quienes igualmente pasaron el testigo a sus herederos.
La primera en hacerlo fue la reina Beatriz, quien el 28 de enero de 2013 anunció que pasaba el testigo a su hijo Guillermo. La monarca, que iba a cumplir 75 años, argumentó que era «el momento» de abrir paso a «una nueva generación».
La propia Beatriz se había convirtió en la sexta monarca de la Casa de Orange tras la abdicación de su madre, la reina Juliana, que reinó durante 31 años y dejó el trono al cumplir 71 años, el 30 de abril de 1980. A su vez, la reina Juliana ascendió al trono en 1948, también tras la abdicación de su madre.
Su abdicación supuso la vuelta de un varón al trono, ya que el último en ocuparlo fue Guillermo III, que falleció en 1890. Guillermo Alejandro, de 46 años y casado con la argentina Máxima Zorreguieta, accedió al trono el 30 de abril en una breve ceremonia de 15 minutos en la que la reina Beatriz firmó el acta de abdicación y pasó de nuevo a ser princesa.
El acto contó con la presencia del Gobierno holandés, los presidentes de las dos Cámaras y otras autoridades, y pudo ser seguido en directo por miles de holandeses en la céntrica plaza Dam de Amsterdam mediante pantallas gigantes.
ABDICACIÓN DE ALBERTO II
El 3 de julio fue Alberto II quien decidió abandonar el trono por motivos de salud. «Constato que mi edad y mi salud ya no me permiten ejercer mi función como desearía. Sería faltar a mis deberes y mi concepción de la función real querer mantenerme en ejercicio a cualquier precio», señaló entonces en un breve discurso televisado Alberto II, que por entonces tenía 79 años.
«Por eso, con serenidad y confianza, os comunico mi intención de abdicar este 21 de julio de 2013, día de nuestra fiesta nacional, en favor del príncipe heredero, mi hijo Felipe», anunció el rey de los belgas.
«Tras 20 años de reinado, creo que ha llegado el momento de pasar el relevo a la siguiente generación», afirmó. «El príncipe Felipe está bien preparado para sucederme y goza, con la princesa Matilde, de toda mi confianza», aseguró Alberto II.
«Con el tiempo he aprendido que nuestro país puede contar con un activo extraordinario, vosotros, mis queridos conciudadanos. Con una población tan rica en talentos, diversidad, energía, generosidad, el futuro de nuestro país está en muy buenas manos», concluyó el monarca.
El 21 de julio Alberto II firmó el acta de su abdicación a favor del príncipe Felipe, de 53 años. «Felipe, tienes todas las calidades de corazón y de inteligencia para servir muy bien a nuestro país en tus nuevas responsabilidades», dijo. «Tu madre y yo formulamos el deseo ardiente de pleno éxito en esta tarea para la cual estás bien preparado», añadió.
A continuación se produjo la entronización de Felipe como el séptimo rey de Bélgica desde la fundación del país en 1830 en una ceremonia austera en el Parlamento belga ante las autoridades del país, sin invitados de familias reales extranjeras y con una participación popular limitada. «Demos todos juntos a nuestro país un nuevo impulso de entusiasmo», reclamó el nuevo monarca en su primer discurso tras prestar juramento.
Al contrario que en Países Bajos, en Bélgica por tradición los monarcas conservan su título, por lo que el país cuenta con dos reyes, Alberto II y el actual, y tres reinas: la esposa de Felipe, Matilde, que ejercerá como tal; la hasta ahora reina Paola; y Fabiola, la esposa del rey Balduino, que ha asistido a la ceremonia en silla de
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