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El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho este miércoles corresponsable al nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, de la «montaña de problemas» que dejó el Ejecutivo encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero y ha subrayado que, frente a esa situación, ahora se puede mirar al futuro con esperanza.

Rajoy y Sánchez han protagonizado hoy, en la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso, el primer cara a cara entre ambos en el hemiciclo, en el que el líder socialista ha acusado al presidente de vivir «aislado en un oasis» usando datos macroeconómicos cuando los españoles «aún tienen sed de trabajo y de un trabajo digno».

El presidente del Gobierno ha recordado que Sánchez apoyó como diputado socialista las decisiones del Ejecutivo de Zapatero y, ante sus palabras en las que ha señalado que piensa defender los intereses de los ciudadanos desde el liderazgo socialista, ha celebrado esas intenciones y ha recalcado que eso es lo que él lleva haciendo desde que inició su actividad política.

La primera pregunta que Sánchez ha dirigido a Rajoy pretendía conocer su opinión sobre la actual situación política y económica de España, sobre la que le ha advertido de que muchas de las cifras macroeconómicas que usa nada tienen que ver con las que utiliza la mayoría de familias españolas.

Rajoy ha respondido que ve la situación económica «con preocupación pero también con esperanza».

Su preocupación es consecuencia, según ha explicado, de que aún hay muchas personas que no pueden trabajar y que tienen dificultades, y de que todavía persisten desequilibrios económicos.

Pero, frente a ello, ha insistido en su esperanza por la mejora que ha habido en los últimos años y por las previsiones de futuro.

«La situación económica está mejorando, la situación social comienza a remontar y, en la situación política, estamos abordando con sensatez y responsabilidad algunos de los problemas más importantes», ha añadido.

Rajoy se ha detenido en hacer un repaso de la herencia socialista, una legislatura en la que ha dicho que se perdieron 3,4 millones de puestos de trabajo y 70.000 millones de euros de recaudación, y en la que hubo una enorme tasa de riesgo de pobreza y exclusión social.

También legó el Gobierno anterior, según él, unos desequilibrios económicos que impedían crecer y crear empleo.

«Queda muchísimo por hacer, pero estamos mejorando», ha insistido Rajoy antes de reiterar que Sánchez debe «conocer muy bien» los problemas que dejó el anterior Ejecutivo. «Usted -le ha dicho- apoyó desde esos escaños al Gobierno que lo hizo».

Oposición ciudadana

Al tomar por vez primera la palabra en el hemiciclo como secretario general del PSOE, Sánchez ha subrayado su idea de que piensa hacer una «oposición ciudadana» y ha garantizado que, cuando Rajoy acierte, los socialistas estarán a su lado, pero estarán enfrente cuando no lo haga.

Ha asegurado Sánchez que el PSOE se va a alegrar si hay buenas noticias económicas, pero ha insistido en que lo que no puede hacer el presidente del Gobierno es «confundir cuatro cifras macroeconómicas con la realidad de los españoles».

Tras instarle a que vuelva a hacerse una fotografía en la cola del INEM para comprobar si las personas que están allí defienden su gestión, ha lamentado la destrucción de 800.000 puestos de trabajo y que la afiliación a la Seguridad Social se haya reducido en 600.000 personas en esta legislatura.

«¿Ésta es la recuperación económica prometida, menos trabajo y más pobreza laboral?», ha preguntado Sánchez, quien ha instado a Rajoy a derogar la reforma laboral, subir el salario mínimo y «frenar la apisonadora de derechos laborales y poner en marcha los motores de la reindustrialización».

En esa línea, ha abogado por detener el exilio científico y apostar por la exportación de las empresas.

Para el líder del PSOE, las «raíces vigorosas» económicas de las que habla Rajoy sólo existen en ese «oasis» en el que cree que vive.