El Parlamento catalán ha rechazado la propuesta que reivindicaba la negociación de un referendo independentista pactado con el Estado, un texto que sólo ha recibido el voto favorable de los 11 diputados del grupo impulsor, SíQueEsPot, mientras que la CUP se ha abstenido.
La propuesta de SíQueEsPot (ICV y Podemos) se ha votado justo después de la resolución de inicio del proceso de independencia de Junts pel Sí y la CUP, que ha salido adelante gracias a la mayoría absoluta de estos dos grupos (72 diputados).
En cambio, la resolución de pactar un referendo sólo ha obtenido el voto favorable de los once parlamentarios del grupo impulsor, SíQueEsPot, mientras que los diez diputados de la CUP se han abstenido y el resto de grupos, JxSí, C's, PSC y PPC, se han opuesto (114)
El grupo mayoritario independentista, JxSí, ha votado en contra al considerar que ya se hicieron los trámites en la Cortes Generales durante la pasada legislatura para acordar un referendo.
En cambio, los diputados de C's, PSC y PPC han rechazado la resolución porque cuestionan, con matices, el derecho a decidir de los catalanes sobre la independencia.
En concreto, la propuesta de resolución defendida por SíQueEsPot reclama la «presentación urgente de los presupuestos de la Generalitat para el año 2016», en los que se priorice un «plan de rescate que contenga las políticas y los recursos necesarios para encarar la situación de emergencia social que sufren amplias capas de la sociedad catalana».
El segundo punto de la resolución propone el «inicio de un proceso constituyente» con la celebración de un «referéndum de autodeterminación» en 2016, para el cual se presentaría durante el primer trimestre del año que viene una propuesta de reforma de la ley orgánica de referendos.
Finalmente, el texto señala que si al finalizar el año 2016 el referéndum siguiese bloqueado, el Parlament «llamaría a poner en marcha nuevos y más enérgicos procesos de movilización social y ciudadana».
1 comentario
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Yo sería partidario de un referendo a la canadiense, con derecho a decidir para todos. O sea que pueblos, ciudades o comarcas de Catalunya seguirían siendo españolas, si los independentistas no obtuviesen la mayoría en ese distrito, como podría suceder en la misma Barcelona.