«Han sido detenidas dos personas por delitos de colaboración con organización terrorista y enaltecimiento del terrorismo» vinculados con el Dáesh, anunció el ministro en Bruselas, donde asiste a una reunión de titulares de Interior de la Unión Europea (UE).
Explicó que se trata de un marroquí de 24 años y de un español de 32, que estaban cumpliendo condena en tercer grado por delitos comunes en la cárcel de Martutene (Guipúzcoa).
Fernández Díaz detalló que ambos se dedicaban al «terrorismo informático», es decir, a la difusión masiva de actos violentos a través de internet y estaban liderados por el primero, de nacionalidad marroquí.
La investigación sobre estas personas estaba en marcha desde hace tiempo, pero lo que precipitó las detenciones fue un vídeo publicado en internet en el que uno de ellos quemaba su pasaporte, explicó.
«Es un ritual que demuestra lealtad al grupo y una renuncia a su identidad o nacionalidad», precisó.
El ministro dijo que la investigación sigue abierta y bajo secreto de sumario, con vistas a poder identificar a otros posibles miembros de este grupo.
Los detenidos «aprovechaban los permisos para realizar las labores de colaboración y enaltecimiento», señaló el ministerio del Interior en una nota de prensa.
También explica que la operación se ha desarrollado dentro del Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta (PEN-LCRV), que contiene un apartado específico para combatir la radicalización en los centros penitenciarios.
Las detenciones las llevaron a cabo agentes de la brigada provincial de Información de la comisaría de San Sebastián.
Uno de los individuos fue detenido en prisión, mientras que el otro, que cuenta con un permiso de trabajo, en la localidad de Zumárraga, fue apresado al finalizar su jornada laboral.
El detenido marroquí responde a las iniciales M.M. y el español a M.C.P.
La investigación, realizada por agentes de la Policía Nacional, se inició al detectar un grupo de jóvenes de origen magrebí que estaban siendo adoctrinados con los postulados de la organización terrorista Dáesh en la localidad guipuzcoana de Rentería.
El detenido de nacionalidad marroquí fue identificado como la persona que lideraba y dirigía la reuniones, en las que se habría radicalizado el español.
«Ambos intercambiaban abundantes contenidos de propaganda adoctrinamiento y enaltecimiento de las actividades del Dáesh», detalla Interior, que entre esas actividades enumera grabaciones de atentados, ejecuciones, decapitaciones, y entrenamiento de niños como yihadistas.
Estos contenidos los acompañaban con comentarios de burlas a las víctimas, palabras de aliento a los autores, y amenazas a autoridades y a «todos los funcionarios españoles», añade el comunicado.
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