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El Plan Director de Reordenación de Estructuras de la Universidad Complutense (UCM) plantea reducir de 26 a 22 sus facultades, uniendo Ciencias de la Información con Documentación; Económicas y Empresariales con Comercio y Turismo; Matemáticas con Estudios Estadísticos; y Políticas y Sociología con Trabajo Social.

La propuesta, que no es definitiva y que este martes se está presentando ante el Consejo de Gobierno de la Universidad, plantea también que compartan la estructura gerencial las facultades de Ciencias Biológicas y Ciencias Geológicas; Filosofía y Filología; y Medicina y Enfermería.

Estos cambios, de salir adelante, no suponen la supresión de ninguna de las titulaciones actuales ni el despido de ningún trabajador de la Universidad, y la finalidad es «fundamentalmente académica y no económica», aunque «también tiene como valor añadido reducir costes estructurales para destinarlos a los fines de docencia, investigación y gestión», según la propuesta de la UCM.

Según la Complutense, el plan, que no es definitivo y responde al intenso diálogo mantenido en los últimos meses entre las partes implicadas, tiene entre sus objetivos «mejorar la organización y planificación docente para atender la oferta académica».

Y se hace «contemplando, en particular, las necesidades en las diferentes áreas y ámbitos de conocimiento de manera conjunta, agrupando el Personal Docente e Investigador en los Departamentos correspondientes».

Hace especial hincapié la UCM en su compromiso de mantener el empleo, de manera que «ningún trabajador actual de la Universidad Complutense verá amenazado su puesto de trabajo como consecuencia del Plan».

«La UCM necesita incorporar personal y rejuvenecer sus plantillas de Personal de Administración y Servicios y de Personal Docente e Investigador (PDI), como ya lo está haciendo», agrega la Universidad en un comunicado.

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Otro de los objetivos que busca la propuesta es enriquecer la docencia e investigación «creando grupos con mayor masa crítica y atractivo, para fortalecer la interacción académica y la responsabilidad docente transversal».

También «reconfigurar los servicios administrativos, atendiendo a los cambios que permiten las tecnologías actuales y creando nuevos servicios que respondan a las nuevas necesidades que han aparecido en los últimos años».

Y fundamentalmente busca también mejorar la oferta académica, «evitando duplicaciones y favoreciendo planteamientos más abiertos y pluridisciplinares».

Además de la reducción del número de facultades de 26 a 22, el Plan propone una reordenación de los Departamentos para situarlos en un número de entre 70 y 80. «La propuesta inicial es de 70 departamentos, 16 de ellos interfacultativos y 54 intrafacultativos».

Otra de las propuestas es la creación de cinco áreas de gestión conjunta que aglutinen, tanto por ubicación geográfica como por disciplinas, los servicios de gestión a estudiantes y de personal: Área de Somosaguas, Área de Sociales-Moncloa, Área de Ciencias, Área de Humanidades, Área de Ciencias de la Salud.

Asimismo, dentro del organigrama de cada Facultad se propone la creación de una nueva Unidad de Apoyo a la Docencia e Investigación, «para la prestación de servicios especializados y de apoyo ahora inexistentes o deficitarios en estas cuestiones».

El Plan propone también un calendario para la presentación de observaciones y propuestas por parte de comunidad universitaria y para la discusión en los órganos colegiados que conducirá a un segundo borrador y, eventualmente, a su sometimiento a final al Consejo de Gobierno para su aprobación.