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Agentes de la Policía Nacional localizaron el viernes en la cárcel de Archidona (Málaga), aún sin inaugurar, el cuerpo sin vida de un interno, un hombre de 36 años y nacionalidad argelina, que formaba parte del grupo de migrantes a quienes el Ministerio del Interior recluyó en estas instalaciones por falta de capacidad en los Centros de Internamiento de Extranjeros.

El cadáver fue hallado por funcionarios encargados de su custodia en el interior de su habitación individual. Pese a las prácticas de reanimación de los agentes, que además dieron aviso a los servicios sanitarios, nada se ha pudo hacer por su vida, según han indicado desde la Policía Nacional en un comunicado.

La persona fallecida había llegado a las referidas instalaciones después de que un Juzgado de Lorca (Murcia) dictara un auto con fecha 20 de noviembre en el que autorizaba su internamiento hasta el próximo 18 de enero, fecha en que habría vencido el plazo máximo que un extranjero puede ser retenido en un CIE para ejecutar su expulsión.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte del interno y se está a la espera de los resultados forenses. Además, se ha informado a la autoridad judicial.

La cárcel de Archidona, aún no habilitada como tal, acogió a algo más de medio millar de inmigrantes que llegaron a las costas españolas en patera desde finales de noviembre. Según explicó el Ministerio del Interior, se trataba de una medida de carácter extraordinario ante la falta de plazas en los Centros de Internamiento que operan en España. Una medida que generó polémica por el uso como CIE de unas instalaciones diseñadas para funcionar como centro penitenciario.