La líder de Ciudadanos en Cataluña defiende que ni la diputada de la CUP ni Puigdemont tienen privilegios diferenciales con respecto al resto de los ciudadanos. | Efe

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La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha criticado que la exdiputada de la CUP Anna Gabriel no haya regresado a España para «dar la cara», y ha ironizado sobre la vuelta al «autonomismo» del expresidente de la Generalitat, Artur Mas.

Arrimadas se ha reunido con representantes de Pimec, dentro de la ronda de contactos que los pequeños y medianos empresarios catalanes han iniciado con los diferentes grupos parlamentarios para trasladarles «su preocupación» por el retraso en la formación de gobierno en Cataluña.

En declaraciones tras la reunión, Arrimadas ha criticado la decisión de Gabriel de no comparecer hoy ante el Tribunal Supremo -estaba citada a las 9 de la mañana en calidad de investigada por el proceso soberanista- y de «huir» a Ginebra (Suiza).

«Tanto (Carles) Puigdemont como Gabriel son dos políticos, pero no tienen privilegios ni tienen un trato mejor que el resto de las personas, y como cualquier ciudadano normal deben comparecer ante la justicia y dar la cara», ha aseverado.

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La también portavoz nacional de Cs ha cuestionado el argumento de la exdiputada de la CUP de permanecer en Suiza para internacionalizar el proceso soberanista, al afirmar que Puigdemont, con esa misma estrategia desde Bélgica, «no ha conseguido absolutamente nada».

Por otro lado, la líder de la formación naranja ha ironizado sobre la «vuelta al autonomismo» de Artur Mas, quien afirmó que «todos» los diputados sabían que la declaración unilateral de independencia era «simbólica».

«Parece que el señor Mas se ha vuelto de nuevo autonomista», ha dicho Arrimadas, al tiempo que ha criticado una vez más el «sálvese quien pueda» del proceso soberanista, del que ahora parece que «todos están renegando».

Arrimadas ha reprochado a Mas que no hubiese realizado todas las afirmaciones de las últimas semanas hace años, cuando era president, y que por contra optase por «alimentar una falsa esperanza», la de la independencia, una «pesadilla para la mayoría de los catalanes».