En una entrevista en la Cope, Casado ha anunciado que antes de todo eso quiere reunirse con su antecesor en el cargo, Mariano Rajoy, y también ha subrayado su intención de mantener un encuentro próximamente con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Casado ha elegido Barcelona para celebrar el primer comité ejecutivo porque, según ha explicado en la cadena Cope, quiere dar un mensaje «inequívoco» de que el partido que ahora lidera dará la batalla en favor de las libertades públicas en Cataluña.
Y respecto a Cataluña, en otra entrevista en Es Radio, ha advertido de que si la agenda secesionista sigue adelante, será él quien reclame la aplicación de nuevo del 155 y ha recordado que el PP es quien tiene la mayoría absoluta en el Senado.
El líder de los 'populares' ha asegurado que aún no ha elegido a su secretario general -que tiene que estar entre los integrantes de su lista para el comité ejecutivo- porque quiere hablar con Sáenz de Santamaría para ver la disponibilidad de su equipo para integrarse en este proyecto en el que cree que «caben todos».
Además también quiere antes hablar con el resto de candidatos que concurrieron en el proceso, porque quiere una integración «real y al máximo nivel».
Y aunque el equipo de Santamaría no pueda ocupar por una cuestión estatutaria la secretaría general, ha insistido en que sí hay otros puestos importantes.
En cualquier caso, los organigramas y las nomenclaturas típicas del partido «ya no son tan importantes». Y lo importante es que haya «un discurso claro y nítido para que la gente te siga», ha declarado en estas entrevistas.
Casado también ha asegurado que con él como líder la relación con Ciudadanos puede seguir «siendo buena» porque comparten principios esenciales como el respeto al marco constitucional, pero ha advertido de que el PP tiene un «proyecto más definido».
Y por eso aspira, ha dicho, a que los votantes de Cs que antes apoyaban antes al PP regresen a su «partido original».
Casado ha garantizado que el PP hará una oposición «firme y eficaz, pero responsable» y que estará para las cuestiones fundamentales y evitar que el Gobierno «se eche en brazos de los independentistas y batasunos».
Pero ha recalcado que no va a ser «muleta de ningún gobierno que esté desmontando las reformas que hicimos».
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Hace 10 años, Rajoy convirtió a Soraya en su mano derecha, expulsó a liberales y conservadores del PP y dio orden de aceptar el rodillo ideológico de la izquierda. Resultado: hooligans de extrema izquierda como el Follonero o Ignacio Escolar pasan hoy por opiniones aceptables.Soraya la candidata de la Secta, no falta decir más.
La Cospe maneja los hilos.Dentro de poco cuando llegue la imputacion por el master y el lider salga a escobazos tomara el timon...