Buch se ha reunido hoy en el complejo central de los Mossos d'Esquadra en Egara, Sabadell (Barcelona), con la cúpula de la policía catalana, en un encuentro en que ha hecho autocrítica por la crisis política abierta tras las quejas de Torra por las cargas del pasado Día de la Constitución contra los grupos que intentaban impedir actos de Vox en Girona y Terrassa (Barcelona), han informado a Efe fuentes conocedoras del encuentro.
En la reunión, Buch ha mostrado su confianza en la labor policial, ha insistido en la necesidad de aislar a los Mossos d'Esquadra de cualquier debate partidista y ha reconocido que, tras una análisis más profundo, los dispositivos que desembocaron en las cargas de Girona y Terrassa fueron globalmente correctos, según las fuentes.
El conseller se ha esforzado en la reunión con la cúpula de los Mossos, convocada para abordar la crisis desatada por el ultimátum de Torra, en mostrar su apoyo a la labor policial y su plena confianza en el funcionamiento de la institución y ha pedido disculpas si este episodio ha creado malestar en el cuerpo, según las fuentes.
Tras las cargas de los Mossos contra grupos que intentaron impedir la celebración de sendos actos de Vox en Girona y Terrassa el pasado jueves, Día de la Constitución, ambos autorizados por la consellería de Interior, el presidente catalán Quim Torra exigió a Buch que abordara cambios en los Mossos y advirtió de que si no le convencían las explicaciones él mismo tomaría las medidas.
En varias entrevistas el mismo viernes, Buch admitió que algún agente pudo extralimitarse en las cargas en las manifestaciones contra Vox y que se abriría una investigación interna, ya que algunas «imágenes» no se corresponden con el modelo de policía que quiere el Govern.
Ante esta situación, Torra y Buch se reunieron ayer de forma discreta durante unas dos horas, en un encuentro del que únicamente ha trascendido que revisaron las imágenes de las cargas y acordaron potenciar la mediación ante movilizaciones para evitar la intervención policial.
Tras el malestar que las declaraciones de Torra y del propio Buch habían generado en los Mossos d'Esquadra, que se veían otra vez en el centro de una polémica política, el conseller ha acudido hoy a la sede central de la policía catalana para reunirse con la cúpula del cuerpo y expresarles su máximo apoyo y confianza y pedirles disculpas.
En el encuentro, Buch ha insistido que su prioridad es defender al cuerpo de los Mossos d'Esquadra y mantenerlo alejado de cualquier debate partidista y del foco mediático, por lo que ha hecho autocrítica por el malestar que la polémica suscitada en los últimos días ha podido generar en la policía catalana.
Según las fuentes, Buch no ha anunciado en la reunión ningún cambio en la estructura de los Mossos d'Esquadra, porque no los va a haber por ahora, pese al ultimátum de Torra, y se ha limitado a remarcar que se trataría de una decisión interna que debe responder a necesidades estructurales, atendiendo a criterios profesionales y objetivos.
A diferencia de lo que sostuvo públicamente el pasado viernes, el conseller ha reconocido ante la cúpula de los Mossos que, con toda la información de que dispone ahora, los dispositivos de la policía catalana del 6 de diciembre fueron «globalmente correctos», según las fuentes.
No obstante, ha pedido que los Mossos realicen internamente una reevaluación de lo ocurrido, como hacen siempre, y adopten las medidas que consideren necesarias si detectan o constatan algún caso de mala praxis policial.
En el encuentro, Buch también ha remarcado la necesidad de que la sociedad catalana trabaje para aislar políticamente a las minorías violentas, según las fuentes.
Por su parte, el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, ha intervenido en la reunión y ha agradecido las explicaciones y la confianza mostrada este lunes por el conseller. EFE.
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