El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, Luis Alberto Calvo, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este viernes en la que ha hecho un análisis de la situación generada en España debido al brote de listeriosis. | Marcel Guinot

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El Consejo General de Colegios Veterinarios ha pedido que se unifiquen los criterios a nivel nacional, autonómico y municipal sobre cuál es la administración responsable de los controles de seguridad en las empresas alimentarias, de forma que se eviten «confusiones» a la hora de actuar ante posibles brotes, como el de listeriosis por la carne mechada 'La Mechá', que ha afectado a más de 200 personas y ha provocado 3 muertes.

En rueda de prensa, el presidente de los veterinarios, Luis Alberto Calvo, ha reivindicado que España es «uno de los países con mejores controles sanitarios», tras la «profunda» revisión legislativa y organizativa en la Unión Europea a partir de la grave crisis alimentaria de las 'vacas locas'. «Hay que mandar un mensaje de tranquilidad. El sistema funciona bien, aunque con algunas imperfecciones. Me inclino por que es un caso excepcional, puntual», ha agregado.

Pese a todo, ve algunos fallos, como que los sistemas sanitarios están «excesivamente centrados» en la asistencia y no tanto en la prevención, lo que a su juicio podría haber evitado casos como la contaminación en la fábrica de la empresa Magrudis, responsable última del que sus productos salgan aptos para el consumo al mercado del consumidor.

En este sentido, Alberto Calvo ha calificado como «insuficientes» los autocontroles, aunque también considera que son «insustituibles», ya que hacen responsable a la empresa de la calidad de sus productos y, por tanto, las fuerza a tener unos mayores estándares de seguridad, según su opinión. Por ello, insta a complementar este método con más sistemas de verificación de los veterinarios y más inspecciones anuales, junto con homogeneizarlas a nivel nacional.

De hecho, tal y como ha recordado Calvo, las inspecciones en Sevilla, lugar donde está situada la planta de Magrudis, se producen cada 18 meses, mientras en otros lugares se realizan cada año. El presidente de los veterinarios, no obstante, opta por incrementar esos requerimientos hasta dos inspecciones anuales, con más análisis de veterinarios y una de limpieza higiénica.

Apuesta, además, por otras dos medidas para intentar prevenir futuros brotes: en primer lugar, integrar los servicios sanitarios en el Sistema Nacional de Salud (SNS) para lograr una mejor coordinación; e introducir controles «eficientes» en todas las empresas privadas a través de los autocontroles.

«Los veterinarios somos claves en la prevención de la lucha de enfermedades. Hay un gran desconocimiento sobre nuestra labor en seguridad alimentaria. No hay una línea divisoria entre salud humana y animal, ya que dos de cada tres enfermedades las compartimos», ha recordado Calvo.