Imagen de la UCI de Son Llàtzer en tiempos de coronavirus. | M. À. Cañellas

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La gripe ha causado unas 15.000 muertes en España en las dos últimas temporadas y entre 2.500 y 3.000 ingresos en la UCI, según los datos de una investigación realizada por el Instituto de Salud Carlos III, una cifra muy inferior a los fallecidos por COVID-19 hasta el momento, que ascienden a 27.136.

El Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del ISCIII lidera esta investigación, publicada en Eurosurveillance, la revista del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), que ha definido y analizado las características de las epidemias de gripe entre 2011 y 2018 en España.

De los datos se desprende que la gripe ocasiona cada año una elevada morbilidad y mortalidad durante las epidemias invernales y que puede ser la responsable de hasta 15.000 muertes en las dos últimas temporadas.

Además, en ese tiempo, las epidemias de gripe han producido entre 500.000 y 700.000 casos leves atendidos en atención primaria; entre 35.000 y 52.000 hospitalizaciones, y entre 2.500 y 3.000 admisiones en UCI confirmada por laboratorio.

La epidemia de COVID-19 en España ha ocasionado, hasta la fecha, al menos 27.136 fallecidos, 243.928 contagios, 11.619 ingresos en UCI y 124.631 hospitalizados, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad.

El estudio se ha publicado en la revista del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, y es un «mapa» de cómo se ha comportado la gripe en España entre 2001 y 2018 según el tipo de virus, las temporadas y los grupos de edad.

Los resultados -indica el Instituto de Salud Carlos III- podrían facilitar acciones de salud pública para tratar de reducir la influencia de la epidemia y su mortalidad.

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La investigación señala que la transmisibilidad del virus de la gripe en los que va de siglo XXI en España es por lo general mayor en menores de 15 años, un dato que fue especialmente destacado en la pandemia de 2009.

Además, la epidemia estacional de gripe con mayor intensidad fue la de la temporada 2004-2005.

Tras analizar las 18 temporadas, el estudio también revela que la duración media de la epidemia anual de gripe en España es de 8,7 semanas, y que de media pasan 4,3 semanas desde que comienza la epidemia hasta que ésta alcanza su pico máximo.

En 12 de las 18 temporadas analizadas la onda epidémica comenzó entre mediados de diciembre y la tercera semana de enero.

Según explican los investigadores que firman el estudio, estos resultados permiten conocer mejor el comportamiento estacional de los virus de la gripe y facilitan las predicciones sobre cuándo se produce el inicio y el pico de las epidemias.

«Esta información permite estimar cuándo se alcanzará la presión máxima sobre el sistema sanitario durante una epidemia de gripe, lo que puede facilitar la orientación en la toma de medidas de salud pública y la planificación de recursos de la forma más eficiente para reducir la morbilidad y la mortalidad asociadas a las epidemias estacionales», concluyen.

El estudio, cuya primera autora es Lidia Redondo, residente de Medicina Preventiva y Salud Pública, está liderado por la investigadora Amparo Larrauri, que coordina el Grupo de Vigilancia de Gripe del CNE.

Han participado científicos del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), del departamento de Medicina Preventiva del Hospital La Paz, de la Dirección General de Salud Pública de Castilla y León, y del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE).