Será el Patio de la Armería del Palacio Real el que albergará esta ceremonia civil en la que se rendirá tributo a los casi 30.000 fallecidos a consecuencia de la COVID-19 en España.
Todos los miembros del Ejecutivo, con Pedro Sánchez al frente, estarán presentes en este acto que comenzará a las 09:00 horas, de unos 35 minutos de duración y al que asistirán unas 400 personas.
Entre ellos, los presidentes de las principales instituciones y los de todas las comunidades y ciudades autónomas, incluidos el lehendakari, Íñigo Urkullu, y el president de la Generalitat, Quim Torra.
También acudirán los dirigentes de los principales partidos (Vox ha avanzado que no asistirá ante las «mentiras» del Gobierno sobre la pandemia) y los expresidentes del Ejecutivo (excepto Felipe González al serle imposible el desplazamiento).
A ellos se sumarán los máximos responsables de la UE: el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la de la Comisión, Ursula von der Leyen; el del Parlamento Europeo, David Sassoli; y el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell.
Otros invitados serán el secretario general de la Organización Mundial de Turismo, Zurab Pololikashvili; el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus; y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El rey, que estará acompañado por doña Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, será el encargado de clausurar el acto y sólo habrá otras dos intervenciones, la del hermano de un periodista fallecido por el coronavirus (en representación de las víctimas) y la de una enfermera (en nombre de los colectivos esenciales frente a la pandemia).
Un pebetero con una llama en memoria de quienes han perdido la vida se ubicará en el centro del Patio de la Armería del Palacio Real, y en torno al mismo se situarán en círculos concéntricos y guardando la distancia sanitaria de seguridad, las autoridades y los invitados.
De ellos formarán parte los representantes de las diversas confesiones religiosas.
Felipe VI y los otros dos intervinientes en el acto harán una ofrenda floral junto al pebetero, gesto que repetirán los miembros del Gobierno y las autoridades acompañados cada uno de ellos por un representante de la sociedad civil.
Durante las ofrendas sonará una pieza del compositor alemán Johannes Brahms, y tras las palabras del rey se leerá un poema de Octavio Paz y se guardará un minuto de silencio con el que se pondrá fin al acto. Al convocar esta ceremonia, el Gobierno recalcó que, además de homenajear a las víctimas y a los colectivos esenciales frente al coronavirus, con ella pretendía también un reconocimiento para los familiares que han perdido a sus seres queridos y para quienes han superado la enfermedad.
4 comentarios
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... me encanta que al fin en España se adopten las ceremonias civiles, a la manera de la republicana y laica vecina del norte... ya era hora, demasiados lustros soportando el confesionalismo rancio de la dictadura vaticana... el único pero al artículo es la mención a los invitados que vienen representando a diversas confesiones religiosas... acaso no mencionan que entre los invitados hay representantes de pasteleros, abogadas o jardineras? esa frase sobra, no nos importan las confesiones religiosas, ítem más cuando por fin las hemos excluido del protocolo ceremonial...
El mismo error que en el funeral de la Almudena, invitados y mas invitados para hacerse una foto social, pero familiares de las victimas pocos, poquisimos. Otro fallo más, otro desprecio mas a los protagonistas mas importantes, los fallecidos!!!!!! Verguenza de clase política!!!!
I no basta amb baixar les banderes a la meitat i posar un llaç negre?. N'hi que viuen d'això, d'acte en acte, a pintar-la. Casa Real i companyia, així es viu a la Capital.
Descansen en paz, sin poliqueos, sin número.