Las limitaciones de aforo se extienden a otros muchos espacios, como lugares de culto, velatorios, cines, incluso playas, todo para conseguir que la tasa de contagios de Tenerife (129 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días) regrese como mínimo al nivel del resto de la comunidad autónoma (81 casos por 100.000).
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), ha pedido también que se limite la movilidad «todo lo posible», de momento a modo de recomendación, y ha instado a los ciudadanos a que cumplan las restricciones para poder revertir las cifras de la isla.
«Tenerife está a punto de entrar en una situación de riesgo alto», ha advertido, y las unidades de cuidados intensivos de sus hospitales están ocupadas al 18 % de su capacidad, mientras que la media del resto de Canarias es del 9 %, razón por la que el Gobierno canario ha decidido endurecer las medidas.
«Hay más fallecimientos en Tenerife que en el resto de las islas, especialmente de personas mayores de 65 años», ha abundado Torres.
El presidente ha sido muy claro: confía en que si la población colabora, la situación se corrija, como ocurrió entre agosto y septiembre en Gran Canaria; pero si no es así, ya ha advertido de que está dispuesto a tomar decisiones más duras, entre otras, revisar la excepción que se hizo con el archipiélago cuando se decretó el estado de alarma y el toque de queda para toda España. «En estos momentos nos jugamos todos todo», ha resumido.
Las restricciones para Tenerife, la única isla que sigue en «semáforo rojo» en esta comunidad, entrarán en vigor lo antes posible, una vez que se publiquen en el Boletín Oficial de Canarias, y tendrán una vigencia de 14 días, cuando se volverán a analizar.
Las clases y la actividad educativa se mantienen con normalidad, ha destacado el presidente canario, quien ha pedido responsabilidad a los jóvenes para frenar la pandemia, «por el bien de la isla de Tenerife y de Canarias en su conjunto». «Los informes dicen que el mayor riesgo se da en las reuniones sociales y entre los más jóvenes», ha insistido.
Torres ha indicado que las medidas son propias de la fase 3 tras el confinamiento e incluyen un aforo de un tercio para la hostelería, con un máximo en la barra de dos personas, que deberán estar distanciadas entre sí, y un máximo de seis personas en las mesas.
En las terrazas el aforo será del 50 % y se prohíbe fumar en ellas, mientras que en las zonas comunes de los establecimientos turísticos el aforo se restringe a un tercio.
Los locales comerciales tendrán un aforo máximo de un 50 % y se cierran los centros recreativos y sociales, mientras que la afluencia máxima en cines, auditorios y otros centros culturales se restringe a un tercio en interiores y a la mitad al aire libre.
Los eventos deportivos tendrán aforo limitado y no se permite la asistencia de público, mientras que los lugares de culto religioso tendrán un aforo máximo de un tercio, al igual que los velatorios, entierros y bodas.
Las playas solo podrán estar ocupadas al 50 por ciento de su capacidad y únicamente se permiten grupos de seis personas.El presidente de Canarias ha hecho públicas estas medidas en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín (PSOE), y los alcaldes de las dos grandes ciudades de la isla, Santa Cruz y La Laguna, José Manuel Bermúdez (CC) y Luis Yeray Gutiérrez (PSOE).
Los tres gobernantes locales no solo han secundado los mensajes de Torres, sino que han anunciado que están dispuestos a tomar medidas más severas en el ámbito de sus competencias si fuera necesario a sancionar con dureza a quien las infrinja.
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hay que cumplir ahora las normas sanitarias para acabar antes con el coronavirus que así sea gracias.