Un aula de un centro escolar de Mallorca.

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El Gobierno planea introducir cambios en el currículo de Educación Primaria de cara al curso 2022/2023 introduciendo una perspectiva de género en la asignatura de Matemáticas. La propuesta del Ministerio de Educación ha provocado multitud de reacciones, especialmente a nivel político, donde los principales partidos señalan que se trata de una cortina de humo ante los nuevos máximos históricos en la factura de la luz, como el registrado este mismo martes. Pero, ¿en qué consiste la propuesta?, ¿puede tener la asignatura de Matemáticas una perspectiva de género?

El borrador que ya tiene sobre la mesa Educación y que ha remitido a las comunidades autónomas persigue incluir destrezas esenciales para entender las emociones y ayudar a erradicar ideas preconcebidas relativas al género o el mito de que algunos tienen un talento innato indispensable para esta materia.

Las nuevas Matemáticas para los niños de entre 6 y 12 años estructura los saberes básicos de las Matemáticas en «seis sentidos», entre ellos el «socioemocional», que integra conocimientos, destrezas y actitudes esenciales para entender las emociones, y acabar con cualquier tipo de idea preconcebida respecto al género. Es entonces cuando el documento aborda cómo afrontar la asignatura desde este punto.

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En primer lugar, subraya que es importante y clave «dar a conocer al alumnado las contribuciones de las mujeres a las matemáticas a lo largo de la historia»; concretamente durante el primer ciclo de Primaria. Sigue detallando que a lo largo de la etapa, se trabajará, incluso a través de las las tutorías, el acercamiento a profesiones y la generación de un interés vocacional libre de cualquier estereotipo sexista, como es la idea de relacionar determinados trabajos o carreras formativas con un género y no con el otro.

Más allá de estas pautas, que bien podrían aplicarse en el desarrollo de otras tantas materias del currículo, el borrador que ha difundido EFE tiene como base todos aquellos estudios que señalan que la falta de interés de las mujeres por determinadas materias y profesiones comienza desde la educación temprana.

Más claves

La propuesta de Educación sobre Matemáticas aboga por trabajar en desarrollar destrezas personales que ayuden a identificar emociones, «aceptando el error como parte del proceso de aprendizaje y adaptándose ante situaciones de incertidumbre, para mejorar la perseverancia y disfrutar en el aprendizaje de las matemáticas». Resolver problemas en los que intervienen las matemáticas debe ser una «tarea gratificante», subraya.

Otras competencias específicas son el pensamiento computacional -organizando datos, descomponiendo en partes, modificando y creando algoritmos-; interpretar problemas de la vida cotidiana con una representación matemática de los mismos o formular y comprobar conjeturas sencillas.