Una camarera de piso trabaja con el nuevo mecanismo impulsado desde Baleares. | M. À. Cañellas

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La Comisión de Industria y Turismo del Congreso ha aprobado este martes, con el apoyo del PP, una proposición no de ley del PSOE para promover la instalación de camas elevables en los establecimientos turísticos de todas las comunidades autónomas, como ya hizo Baleares con su ley de turismo en 2022. Se trata de una reivindicación histórica de las camareras de piso, que supone una mejora en sus condiciones laborales, ya que les permite reducir su esfuerzo físico a la hora de limpiar y hacer las camas.

El portavoz de Turismo del PSOE, el balear Pepe Mercadal, ha defendido que la medida supone un «avance importante» y ha destacado el «cambio de opinión de 180 grados» del PP, ya que, según ha asegurado, hace un año la hoy presidenta de Baleares, Marga Prohens, decía que las camas elevables eran «la mayor tontería en política turística». Mercadal ha afirmado que las camareras de piso «son indispensables para dar un servicio de calidad» en el sector hotelero y se ha mostrado convencido de que, si esa medida «funciona en Baleares, donde todas las cadenas hoteleras están sustituyendo las camas ya, funcionará en todo el país».

«Cuantas más camas elevables, menos lesiones laborales y menos bajas y menos injusticia en el sector turístico», ha señalado. El 'popular' Joan Mesquida le ha replicado que el PP votó en contra de la ley de turismo de Baleares por la moratoria que establecía de plazas turísticas, pero ha subrayado que está a favor de la circularidad, el crecimiento sostenible y la mejora de la calidad del empleo. Mesquida, con experiencia durante diecisiete años como director de hotel, ha asegurado que él mismo instaló ese tipo de camas y ha explicado que de los dos sistemas de camas elevables que existen recomienda el «eléctrico con mando a distancia, porque puedes elevar la cama según tu estatura, mientras que la de pedal solo lo permite hasta un nivel tope y puede ser perjudicial si persona es baja».

Por su parte, Sumar ha criticado que «siempre haya acuerdos entre el PP y el PSOE para repartir dinero público a la empresa privada» y ha votado en contra de la medida, tras rechazar los socialistas su enmienda para que cualquier empresa que quiera optar a ayudas públicas deba disponer de camas elevables y no pueda recibir subvenciones para instalarlas. «La instalación de este tipo de camas no puede ir a cargo de los recursos públicos. No tiene sentido que un sector con ganancias históricas quiera que sea el Estado quien pague con ayudas y subvenciones la mejora de los derechos de sus trabajadores», ha argumentado su portavoz, Alberto Ibáñez.

Lesiones musculares como enfermedad profesional

La iniciativa aprobada, que ha contado asimismo con el apoyo de ERC, también insta al Gobierno a «avanzar» en el reconocimiento como enfermedades laborales de aquellas lesiones musculares derivadas de los esfuerzos físicos del trabajo realizado por las camareras de piso, así como en la inclusión en el catálogo de profesiones de alta peligrosidad. Este punto ha sido apoyado por Sumar, mientras que el PP se ha abstenido.

Entretanto, Vox, que también ha visto rechazadas sus enmiendas, ha votado en contra en ambos puntos con el argumento de que «lo que de verdad es una reivindicación histórica de las camareras de piso es la jubilación anticipada, las pensiones decentes y el reconocimiento de su trabajo como penoso». «De eso la iniciativa no habla, pero si este Gobierno es tan feminista y tan progresista deberían dárselo, porque apenas el cinco por ciento de estas trabajadoras llegan a jubilarse y están atacadas por graves enfermedades», ha señalado la diputada Patricia Rueda, tras asegurar que las camareras de piso están «decepcionadas» y «enfadadas» con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y con la reforma laboral.