El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, convoca a la cúpula de la carrera fiscal y al Consejo Fiscal para explicar su decisión de no dimitir a pesar de haber sido imputado por el Supremo. | Efe - SERGIO PÉREZ

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El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha asegurado que por ahora no entra en sus planes dimitir. Defiende su permanencia en el cargo y dice que la Fiscalía tiene que ser fuerte y resistir los «embates» ante cualquier ataque. Tras la decisión del Tribunal Supremo de abrir causa al fiscal general, una novedad significativa que produjo múltiples reacciones políticas en las últimas horas, Álvaro García Ortiz mantiene que ni él ni su entorno filtraron correos de la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

En una entrevista en 'La noche en 24 horas' (TVE), el fiscal general del Estado ha insistido en que la nota de prensa que publicó la Fiscalía era para desmentir un «bulo» que había salido previamente en medios de comunicación. «El único propósito de esa nota de prensa era desmentir un bulo. No tiene sentido hacer una nota de prensa y, a la vez, filtrar unos correos. No tiene sentido», ha reiterado el mismo día en el que el Tribunal Supremo ha acordado por unanimidad abrir una investigación contra el fiscal general del Estado por el presunto delito de revelación de secretos del que les acusa la pareja de la presidenta madrileña.

Se trata de una medida inédita en la democracia española, ya que es la primera vez que se imputa al jefe del Ministerio Público. En todo caso García Ortiz ha señalado que es partidario de investigar todas las filtraciones porque «impiden que la justicia se desarrolle con normalidad». Afirma que «volvería a hacer esa nota de prensa», si bien ha reconocido que «la repercusión ha sido indeseable en función de lo que buscaba al realizarla». «Por lo tanto, yo creo que no la volvería a hacer de la misma manera, pero si estuviera en mis circunstancias, seguro que la hubiera repetido porque yo creo que la nota de prensa era necesaria. Había una información que no era cierta y había una información que involucraba a la fiscalía», ha aclarado.

Álvaro García Ortiz se reúne este jueves con la Junta de Fiscales de Sala y el Consejo Fiscal para explicarles sus motivos para no dimitir y escuchar lo que tengan que manifestar al respecto. La Asociación de Fiscales (AF), mayoritaria en la carrera y de carácter conservador, así como la Asociación Profesional Independiente de Fiscales (APIF) han pedido su dimisión tras ser imputado y así evitar un «daño reputacional» a la carrera fiscal.

Pero poco después de que saltara la noticia, García Ortiz anunciaba públicamente que seguirá al frente de la institución porque «la continuidad en el cargo es lo menos gravoso y más prudente para la institución a medio y largo plazo», y, además, «refuerza la independencia de la Fiscalía española». Lejos de dimitir, subrayó que su condición de investigado le «permitirá que pueda ejercitar plenamente» su «derecho de defensa», toda vez que «la investigación judicial se ha desarrollado hasta la fecha sin que haya podido hacerlo».

Tras admitir que es «consciente de la repercusión pública de la noticia» y de que esto afectará a los fiscales de nuestro país, anunció una doble convocatoria para este jueves. Por la mañana se reúne con la Junta de Fiscales de Sala y por la tarde con el Consejo Fiscal «a fin de hacerles partícipes de esta decisión, proporcionar las explicaciones oportunas y escuchar cuanto tengan a bien manifestar los integrantes de ambos órganos».

Es previsible que ambas citas sean tensas tal y como viene ocurriendo con las últimas convocatorias, más aún cuando hay fiscales de sala que han pedido públicamente su dimisión. Es el caso de Salvador Viada y dos de los fiscales del procés, Javier Zaragoza y Consuelo Madrigal -esta última ayer- enfrentados con él tras oponerse a acatar su orden de amnistiar a los lideres independentistas catalanes. Los tres forman parte de la Junta de Fiscales de Sala. Tampoco estará exenta de polémica la cita con el Consejo Fiscal, cuyo clima actual se define por la tensión y el enfrentamiento que mantiene con García Ortiz, con mayoría de las asociaciones conservadoras que cuestionan su mandato.