El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo momentos antes de la presentación del informe obre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos. | Efe - Javier Lizón

TW
2

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha reclamado colaboración y coordinación entre Iglesia y Estado para dar ya una respuesta concreta a las víctimas de abusos, y anteponer la reparación «a cualquier otra diferencia ideológica o de creencia».

Gabilondo ha presentado en el Pleno del Congreso de los Diputados el 'Informe sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el papel de los poderes públicos', y con su debate culmina la encomienda del Parlamento, transcurrido más de un año desde que lo entregó a la presidenta de las Cortes Generales, Francina Armengol, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Las víctimas esperan una respuesta concreta a su situación y que no se postergue», ha asegurado el defensor, quien considera que llegado este momento «es imprescindible que, por el bien de las víctimas, Iglesia y Estado adopten compromisos conjuntos». Gabilondo ha instado al Legislativo y al Ejecutivo a implementar «cuanto antes» las recomendaciones contenidas en el informe de la institución. «Se ha de anteponer la reparación a las víctimas a cualquier otra diferencia ideológica o de creencia», ha aseverado.

674 víctimas de abusos sexuales en la Iglesia

El informe se nutre de testimonios sobre los abusos sexuales y «responde a lo que las víctimas de abusos sexuales vienen requiriendo: ser escuchadas, atendidas y correspondidas», ha dicho. A través de esos testimonios recabados por la Unidad de Atención a las Víctimas ha constatado un total de 674 víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica: 563 fueron hombres (el 84,19 %) y 110 mujeres (el 15,61 %).

La gran mayoría tenía entre 30 y 75 años en el momento de la entrevista, siendo la franja de edad más numerosa la comprendida entre los 50 y los 65 años, con 186 víctimas, el 39 %, ha detallado Gabilondo. Las víctimas hablan «de daños cognitivos, de daño espiritual, de dificultades en la vida afectiva y sexual y en la relación con los propios hijos, y de la repercusión que ha supuesto para el resto de la familia que, por extensión, muchas veces también han sufrido toda su vida por ello», ha expuesto. «Incluso las expectativas laborales se han visto condicionadas negativamente en muchos casos».

En su exposición, el Defensor del Pueblo se ha referido a la encuesta -encargada a GAD3- «para enmarcar las dimensiones del problema y fijar la incidencia de los abusos sexuales en cualquier ámbito de la sociedad española, además del religioso». La encuesta a 8.013 personas revela, entre otras cosas, que el 11,7 % de los entrevistados afirma haber sufrido abusos sexuales antes de cumplir 18 años; el 3,36 % manifiesta que ese abuso se produjo en el ámbito familiar; el 0,6 %, que ha sido agredido sexualmente por un sacerdote o religioso católico; y en un 1,13 % la agresión se registró en el ámbito religioso.

24 recomendaciones

Gabilondo ha desgranado algunas de las 24 recomendaciones que contiene el informe, que se dirigen «al Legislativo, al Ejecutivo, al conjunto de los poderes públicos, a la Iglesia y a la misma sociedad española». Entre ellas, la de celebrar un acto público de reconocimiento y reparación simbólica a las víctimas ante el prolongado período de tiempo de desatención y de inactividad de la Iglesia y los poderes públicos, sobre todo entre 1970 y 2020, y la creación de un fondo estatal para el pago de compensaciones a favor de las víctimas.

Otras propuestas son que la Iglesia adopte «compromisos públicos» y que se cree un órgano administrativo especial encargado de que instaurare un procedimiento de reconocimiento y reparación, junto a diversas reformas normativas para la aclaración y reparación. Pero también que ponga los medios necesarios para ayudar a las víctimas en el proceso de recuperación, ofreciendo tratamiento cuando lo requieran, y que las diócesis y los institutos de vida consagrada abran a los investigadores la información contenida en sus archivos. Para Gabilondo se ha roto el silencio, «aunque para las víctimas resulte de una manera tardía», y ha sido posible por el esfuerzo de ellas, de los medios de comunicación y de las personas desde distintos ámbitos han acompañado a las víctimas en sus reivindicaciones.