Durante su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, Feijóo ha calificado la situación de esta semana como «un auténtico carrusel judicial». Ha cuestionado que, a pesar de tener a su partido, su Gobierno y su entorno desfilando por los tribunales, Sánchez aún se permita el lujo de arremeter contra los jueces.
«La verdad es que le he dado vueltas a esto. Y no sé, pero a ver si está anticipando la defensa ante nuevos problemas. A ver si el que tiene información es él», ha sugerido Feijóo, insinuando que Sánchez podría tener conocimiento de futuras complicaciones judiciales.
Denuncia la «desesperación» del Gobierno
Además, el líder del PP ha denunciado la «desesperación» del Gobierno, señalando que, según su opinión, «deambula a la espera de lo que mande (Carles) Puigdemont, de lo que mande (Oriol) Junqueras y de lo que cante Aldama».
Estas declaraciones se producen en un contexto en el que varios miembros del PSOE y del entorno del Gobierno se encuentran inmersos en procesos judiciales relacionados con casos de corrupción. La situación ha generado un clima de tensión entre el Ejecutivo y el poder judicial.
Casos de corrupción que salpican al PSOE
En los últimos meses, el PSOE se ha visto salpicado por diversos escándalos de corrupción. Uno de los casos más destacados es el denominado «caso de los ERE» en Andalucía, que involucra a ex altos cargos del partido en la comunidad autónoma.
Otro caso relevante es el relacionado con el ex ministro José Luis Ábalos y las presuntas irregularidades en la gestión de contratos durante su etapa al frente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Estos y otros casos han puesto en el foco mediático al PSOE y han generado críticas por parte de la oposición, que acusa al Gobierno de falta de transparencia y de no actuar con contundencia ante los casos de corrupción.
Tensiones entre el Gobierno y el poder judicial
Las declaraciones de Feijóo se enmarcan en un contexto de crecientes tensiones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el poder judicial. En los últimos meses, se han producido diversos desencuentros y polémicas relacionadas con la renovación de órganos judiciales y la independencia de la justicia.
Desde el Gobierno se ha acusado a ciertos sectores de la judicatura de actuar con motivaciones políticas y de obstaculizar la acción del Ejecutivo. Por su parte, desde la oposición y algunos ámbitos judiciales se ha criticado al Gobierno por lo que consideran injerencias en la independencia judicial. Este clima de enfrentamiento ha generado un debate público sobre la separación de poderes y la necesidad de garantizar la imparcialidad y la autonomía de la justicia frente a posibles presiones políticas.
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