Presentación del '14° Informe de Temporada' de ObservaTUR. | ObservaTUR

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La industria del turismo y los viajes ofrece unas expectativas de crecimiento «muy favorables» para el año 2025, en línea con la recuperación del ritmo de actividad registrado en 2024, con datos que han superado las previsiones y que en algunos casos pueden llegar a ser récord, según el '14° Informe de Temporada' de ObservaTUR.

No obstante, esta recuperación ha mostrado «señales de estabilidad y moderación» después de los dos años anteriores que registraron un crecimiento «considerable» después de la pandemia. El estudio, en el que han participado unas 5.000 agencias de viajes, ha revelado un «panorama de bonanza» para el periodo de 2024 y 2025, con registros y previsiones que «continúan al alza».

Sobre la estabilidad en las expectativas de crecimiento, se ha considerado «lógica» por parte de los expertos del grupo de trabajo del informe y los profesionales de las agencias, debido a que «es complicado encadenar años de máximos». Los especialistas de ObservaTUR también han declarado que la industria del turismo y los viajes seguirá siendo el «motor» de la economía nacional, y han reclamado «reconocimiento» para sus profesionales y para la actividad por su aportación al PIB, por la generación de empleo y por la imagen de marca del país en el exterior.

Desde ObservaTUR se ha destacado que el retorno de la confianza de los consumidores, reflejado en elementos como el regreso de la venta anticipada o el avance de los grandes viajes, es una de las «buenas noticias del año» y uno de los principales factores de este auge, junto a los deseos de viajar de la población, que continúan siendo «firmes». También se han destacado otros indicadores como el aumento de las actividades en destino y de los viajes cortos, cuya duración será aproximadamente de entre 4 y 5 días, así como el incremento en prácticamente todo tipo de reservas o el mantenimiento de la subida en el gasto de viajeros y la contratación de seguros.

Buenas perspectivas para la facturación y empleo

Sobre las expectativas de facturación, se ha afirmado en el informe que el 63% de las agencias encuestadas espera unos datos superiores a 2019, mientras que un 26% prevé mantenerlos iguales a las cifras prepandemia y un 11% espera una reducción del crecimiento de ventas. Asimismo, en los datos de empleo, el 30% de las agencias de viajes tiene previsto ampliar su plantilla, el 53% va a seguir manteniendo el mismo número de empleados y el 18% no aumentará el personal por la dificultad de encontrar personas cualificadas.

En lo relativo a los desplazamientos, que se ha revelado que crecerán tanto a nivel nacional como internacional, han sobresalido los viajes de ciudad en el plano doméstico, a diferencia de los viajes nacionales de playa a península, islas y espacios naturales, que registrarán unas expectativas menores de crecimiento. Fuera de nuestras fronteras, las mejores predicciones se han situado sobre las capitales europeas y los cruceros, donde los españoles mayores de 55 años prefieren las escapadas culturales.

Además de los turistas sénior, se prevé que los segmentos con mejor comportamiento en 2025 sean el vacacional, el turismo de negocios y el experiencial, y también tendrán un «empuje» el turismo de lujo y el de pantalla, en este último caso debido al «tirón» de las plataformas digitales y sociales. Por otra parte, los grandes viajes experimentarán un «importante ascenso», con 12 puntos más respecto al periodo anterior, donde los viajes del Caribe repetirán su «tónica habitual» en cuanto a los datos de contratación, y arrojarán expectativas positivas a pesar de ser menores que los últimos tres inviernos.

Dentro de este grupo también destacarán destinos emergentes como Cabo Verde, Isla Mauricio o Uzbekistán, pero sobre todo las perspectivas sobre los viajes a Latinoamérica y Asia, en concreto Japón. Las tendencias que se han identificado para 2025, aparte de la venta por anticipado y los destinos emergentes con menor carga turística, son la personalización de los viajes y las experiencias, el creciente interés de los destinos por desestacionalizar y el papel de la tecnología en el dinamismo alcanzado en 2024, ya que se estima que el próximo año puede ser «el año» de la inteligencia artificial, de la que se ha sugerido que debería dotarse de un «marco ético» para progresar.