Nueva jornada de largas esperas para los usuarios en las paradas de los autobuses. | Pere Bota

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Quinto día de huelga en la EMT, 26 autobuses retirados tras el lanzamiento de huevos y ni sindicatos ni la empresa movieron ficha ayer tras la ruptura de las negociaciones el jueves por la noche. Cada una de las partes se mantiene firme y espera que sea la otra la que reconsidere su postura.

No obstante, el Ajuntament no se quedó parado y anunció que cifra en «más de 12 millones de euros el impacto económico que tendría aceptar los puntos en los que no hay acuerdo con los representantes sindicales». Unas exigencias «absolutamente inasumibles», aseveró el concejal de Mobilitat, Francesc Dalmau.

De esos 12 millones que habría de desembolsar de forma inmediata, buena parte, unos ocho millones, se lo llevaría cumplir el compromiso de contratar antes de dos años a las 140 personas que forman parte del bolsín de la empresa. Esta medida tendría un coste importante de entrada, con la contratación, pero también de forma anual.

Entre las exigencias de los sindicatos que no ha aceptado la empresa está también la recuperación de una serie de líneas, suprimidas durante el estado de alarma y que ahora se cubren con el transporte a demanda. La empresa argumenta que estas líneas daban servicio a zonas perimetrales y llevaban apenas dos o tres pasajeros por viaje, por lo que no eran rentables.

Otro de los puntos espinosos es la exigencia de los trabajadores de que no haya turnos de noche o fin de semana en los talleres, «si esto se acepta la empresa deberá cubrir estas horas de reparación de otra manera», se explica desde la empresa, como mediante un servicio privado.

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Dalmau recordó que Cort inyectó en julio 16 millones para rescatar la EMT, «por los efectos de la falta de ingresos que ha provocado la pandemia del coronavirus». Añadió, «este dinero sirvió para pagar los salarios de los trabajadores y no aplicar ERTE, como estaba pasando en la mayoría de empresas de país, incluidas las de nuestro sector». El edil insistió en que, de media, «la EMT ha perdido hasta el 80 % de su pasaje e ingresos y no hay margen para hacer milagros».

No obstante, aseguró que «por nuestra parte no hay bloqueo, seguimos sentados en la mesa de negociación». Tras el rechazo de los sindicatos a la propuesta que la empresa presentó por escrito el jueves «esperamos que ahora ellos nos presenten también por escrito su propuesta alternativa lo más rápidamente posible para poder valorarla», informó.

Desde Alcaldía se descartó, además, recurrir a una mediación, «eso ya se produjo en el TAMIB, que es el órgano autonómico responsable» y se insistió en el diálogo, «para nosotros la negociación no está rota».

Los sindicatos, por su parte, informaron de que la asamblea de trabajadores celebrada a primera hora de la mañana respaldó por mayoría continuar con la movilización. El portavoz del comité de empresa, Juan Antonio Salamanca, reclamó, una vez más, la intermediación del alcalde, José Hila. «Tenemos que conseguir los puntos que faltan pues son los más importantes, por tanto es la empresa la que nos tiene que decir si ha recapacitado», consideró Salamanca.

Además, este pasado viernes se sucedieron los ataques a autobuses con huevos. En concreto, se tuvieron que sustituir hasta 26 buses que fueron retirados para ser limpiados. Estos cambios contribuyeron a alargar el tiempo de espera de los usuarios, que en algunos casos llegaron a esperar hasta una hora. Desde el Consistorio se informó que, incluso, «un conductor se tuvo que retirar con un ataque de ansiedad después de que le lanzaran huevos a su autobús mientras estaba circulando».

Este sábado, Palma vive el sexto día de huelga en la EMT.