Imagen de la fachada marítima de Palma. | Jaume Morey

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La Gerencia de Urbanismo del Ajuntament de Palma ha aprobado de forma definitiva la modificación del Plan General en relación a la fachada marítima, con la abstención de los tres partidos de la oposición.

La regidora de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, ha informado de que está modificación será aprobada en el pleno de este mes de febrero. Con ella, «se evita la construcción de edificios de viviendas en primera línea del mar y se blinda la creación de un gran parque, que ha sido una reivindicación vecinal durante los últimos 10 años».

En relación a los dos equipamientos públicos que se podrían construir en esta primera línea, la responsable municipal ha insistido en que «el equipo de gobierno no tiene ninguna intención de desarrollarlos sino que se prioriza el parque». «Hay otros barrios que necesitan equipamientos municipales, como Pere Garau, y si hay que realizar inversiones para ello se harán en otros lugares de la ciudad; en este ámbito la prioridad es mantener el parque», ha declarado.

La modificación del PGOU, indica la edil, cumple diferentes objetivos, junto a la protección del espacio libre público, «como el impulso de un cambio de modelo económico basado en la innovación y las industrias culturales en el distrito innovador del sector Llevant, y un cambio de tendencia en la gestión urbanística con el interés general en primer lugar».

La modificación del plan incluye algunos cambios de circulación en Nou Llevant, con la apertura de dos nuevos viales y el alargamiento de la calle Callao hasta la Avenida de México.

Por otro lado, la concejala ha informado de que la Gerencia ha denegado la licencia de actividad a la planta hormigonera de Son Güells, un proyecto que «está muerto y ya no es viable».

La edil ha recordado que esta denegación es producto del informe desfavorable de la Comisión Balear de Medio Ambiente, que es vinculante, que concluyó que este tipo de industria no es compatible con un entorno residencial.

Truyol insiste en que la movilización vecinal fue clave para que las administraciones pudieran finalmente denegar esta licencia «para una actividad que habría sido tan perjudicial para Son Güells».

También ha recordado que hace unos meses el ayuntamiento aprobó una moratoria de licencias en este ámbito «precisamente para evitar otros proyectos conflictivos de estas características en este entorno». Esta moratoria se adelantó a la modificación del Plan General «con el que estamos diseñando para esta zona otro uso que no sea el industrial intensivo, sino que sea mayoritariamente residencial». Por tanto, este tipo de actividades industriales en este ámbito ya no son posibles.

Por último, ha asegurado que «no nos consta que se haya presentado ningún otro proyecto de planta de hormigón en ningún otro punto de la ciudad».