En 2006, el entonces regidor de Palma Javier Rodrigo de Santos anunció un polígono industrial y de servicios de 38,7 hectáreas en estos terrenos, en la possessió de Son Hugo, entre Son Pardo, Son Castelló y la carretera de Bunyola. No llegó a desarrollarse. Hace dos meses, la Comissió de Medi Ambient lo rechazó argumentando que en buena parte se asentaba en una zona inundable y que ello suponía unos riesgos inasumibles.
Cort prevé ahora reducir la superficie urbanizable para excluir la zona inundable. Este ámbito, que obviamente es el más cercano al torrente de na Bàrbara, se convertirá en «una zona natural», en palabras de Neus Truyol, concejala de Model de Ciutat de Palma. El departamento de Urbanisme destaca que con ello se logra conservar un espacio natural que contribuirá a potenciar la biodiversidad de Palma y «un parque importante para la ciudad». Este parque va en la línea de crear corredores verdes junto a los torrentes de Palma, que es uno de los objetivos del nuevo Plan General.
Por otra parte, el Ajuntament destaca que estos terrenos están al final del eje Arxiduc Lluís Salvador-Concòrdia y que es el punto de conexión entre la ciudad y los polígonos de Son Castelló y Son Rossinyol. Además, está previsto que el tranvía pase por esta zona, lo que mejorará la conectividad con el transporte público.
Usos terciarios
Cort prevé otros cambios, como por ejemplo que el polígono tenga solo «usos terciarios y administrativos». Ello significa que será un polígono de servicios, de oficinas, como el vecino de Son Rossinyol. Por tanto, se descartan los usos industriales que contemplaba el proyecto de Rodrigo de Santos.
Los terrenos urbanizables incluye lo que aun queda de la antigua possessió de Son Hugo, los campos de cultivos experimentales de la Conselleria d'Agricultura –de hecho, el Govern es parte de la junta de compensación que impulsa el desarrollo urbanístico, aunque es un propietario minoritario– o el convento de las religiosas de la Vistación, llamadas comúnmente las salesas. También hay otras fincas.
El que posiblemente es el elemento patrimonial con más interés de la parcela urbanizable son las cases de Son Hugo, protegidas y catalogadas por el Ajuntament de Palma. Por lo tanto, tal y como ya preveía el plan de Rodrigo de Santos, no podrán demolerse y deberán conservarse.
1 comentario
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No veo cómo el polígono pudiera ser industrial, a menos que se invierta la decadencia del sector secundario balear.