El ‘foto rojo’ recién instalado en la barriada de Son Oliva. | P. Pellicer

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La multa está asegurada para aquellos conductores que se salten el semáforo en rojo en las calles Tomàs Villanueva i Cortès, esquina con Isaac Albéniz, en la barriada de Son Oliva. El Ajuntament de Palma ha instalado estos días un ‘foto rojo', un radar que detecta y graba cuando un vehículo se salta la señal en rojo. No es el primero que se instala en Palma: hay otro en el cruce entre la calle Manacor, Manuel Azaña y Adrià Ferrà, instalado desde antes de la pandemia.

El objetivo de la Regidoria de Mobilitat sostenible es reducir la alta siniestralidad, ya que en 2019 hubo cuatro accidentes con heridos, la misma cifra que en 2020. La idea es que los vehículos no se escapen del semáforo y así reducir los incidentes. Según la directora general de Mobilitat, Irene Nombela, «cuando te saltas un semáforo rojo, el dispositivo graba un vídeo que demuestra cómo se lo salta. Esto no ocurre si es en verde o en ámbar».

Margen

Las imágenes grabadas se pueden consultar en caso de duda. En ese caso «se cuentan los segundos y se deja un pequeño margen al conductor», explica Nombela. Es una especie de foto finish que se asegura de que el vehículo ha sobrepasado el cruce. «El ‘foto rojo' se instala a petición de la Policía Local al detectar un número elevado de incidentes en ese punto concreto. Es una forma de concienciar al conductor para respetar el semáforo», explica Nombela, que con este dispositivo se espera reducir el exceso de velocidad.

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Otra de las medidas que se ha tenido en cuenta en la calle Tomàs Villanueva i Cortés es la mejora de la visibilidad en el semáforo, con la instalación de un aparcamiento para motor. Por ahora, el área de Mobilitat Sostenible no se plantea instalar más ‘foto rojos' en otros puntos de la ciudad.

Semáforo
El dispositivo que vigila el cumplimiento de la ley en la calle Manacor.

Las sanciones

En caso de ser sancionado por saltarse el semáforo en rojo, las multas son de 200 euros. En caso de realizar un pago temprano de la sanción, puede reducirse la cantidad a 50 euros. En caso de no pagar ni tampoco realizar ninguna alegación se tramita como una denuncia grave y en ese caso tal y como estipula la normativa, la cantidad se triplica. Por tanto, la multa ascendería a 600 euros.

Irene Nombela recuerda que, si algún ciudadano no está de acuerdo con la sanción, puede solicitar visualizar las imágenes a través de una instancia. «Después se les dará una cita y las puede revisar». Aún así, hay poco margen para el error y revertir la decisión, ya que «el sistema está informatizado».